‘¿Para cuándo la boda?’, ‘¿Por qué no me ha pedido matrimonio?’, ‘Si ya me casé, ¿por qué no tenemos bebés?’, son algunas de las preguntas que muy probablemente te hagas en momentos en los que no sabes ni para donde te diriges, a veces así funciona nuestro tren del pensamiento, hasta cierto punto es normal, estamos en un punto en el que ‘es lo que sigue en la vida’.
O de igual forma puede que esas preguntas vengan de tus amigas o de tu mamá, por lo que creemos que es importante que sepas algunas cosas:
Has de tu vida la única de la que puedas hacer comparaciones
¿Te has preguntado qué quieres realmente de tu vida? Y no las respuestas genéricas que siempre damos: terminar la carrera, un empleo estable, ser económicamente independiente, encontrar el amor, casarme, tener bebés, y así sucesivamente; sino más bien una respuesta que te llene solo a ti y sobre todo que sea una meta alcanzable, porque a veces solemos decir alguna que otra barbaridad, como la de ‘tendré una empresa y en menos de dos años será tan estable que podré contratar a 50 personas para que trabajen para mí y yo poder disfrutar de todos los beneficios de ser emprendedor’.
Otro aspecto importante es el no comparar nuestras vidas con las de los demás. Sobre todo con las de las ‘amigas’ o conocidas que llegamos a tener en la vida. Les comento por qué: simplemente no es sano. ‘Soy la única que está soltera y que no puedo opinar en los temas referente a los problemas de pareja en nuestro grupo’, esas fueron las palabras de una de mis amigas cuando se desahogó porque Cupido no había puesto al amor de su vida en su camino, y cuando le pregunté qué era lo que quería de su vida no me supo responder. Así que es muy importante que antes de desear compartir con alguien más tu vida, sepas qué esperar de ésta y no la compares con la de nadie más.
Todos somos ‘plantas’ diferentes
Velo de esta forma: el mundo es un invernadero, hay rosales, cactus, tulipanes, helechos y muchos tipos de plantas más. Al ser todos vegetales puede ser que tú seas un rosal y tu mejor amiga una orquídea.
Es imposible que todas florezcan al mismo tiempo, tengan el mismo alto e inclusive que su proceso de vida sea el mismo. Todos tenemos nuestro tiempo para crecer, madurar y hacer algo; no hay un reglamento que diga que llegada cierta edad debemos de hacer algo. Sin embargo en este ‘invernadero’ está muy marcado el ‘¿ahora qué sigue?’
Hace poco más de un año mi mejor amiga de toda la vida se comprometió, su noviazgo duró menos de lo que ahora llevamos mi pareja y yo, y en ese momento fue un shock, tenía ganas de decirle a mi novio que para cuándo nosotros o mostrarle todas las fotos de mujeres comprometidas que me encontraba en Instagram; con los días entendí que yo no me quería comprometer pero estaba muy feliz por mi mejor amiga, en ese sentido ella ‘floreció’ antes que yo y está bien.
No se trata de una carrera
Cuando terminé la escuela pensé que todo iba a ser muy sencillo: encontrar un empleo, independizarme, comprar un auto, irme a vivir con mi novio, el compromiso, un par de ascensos, la boda, algunos viajes y así hasta llegar al número 20 en la lista de cosas que no pasarán, porque son cosas de las cuales realmente no quiero todas.
Y la verdad es que nos hemos acostumbrado a vivir en un mundo en el que haga o tenga las cosas primero es mejor que el otro, por lo que cuando comencé a ver todos los logros que mis conocidos iban teniendo en sus vidas comencé a frustrarme y me sentía cada vez peor, pero después de meditarlo algunas ocasiones y analizar realmente mis objetivos personales comprendí que a pesar de que son metas parecidas a las mías, no son las que yo busco y sobre todo no es el tiempo en el que yo las quiero lograr. No porque tu mamá se haya casado a los 24 años tú tengas que hacer lo mismo. Así que haz únicamente las cosas que de verdad te hagan feliz.
‘No le pidas peras al olmo’
Esto va más para el resto de las personas que para ti. ¿Te ha pasado que prefieres no ir a la comida familiar porque tu tía ya te va a comenzar a preguntar que para cuando la boda? Y apenas llevas dos meses con tu galán. A mí me pasó con algunos amigos y a pesar de que existía la confianza para hablar del tema fue muy incómodo el darme cuenta de que en realidad no me conocen, y es que todos tenemos nuestro tiempo para cualquier cosa en la vida.
Lo que a ti te hace feliz puede no hacer feliz al de al lado, así de sencillo. Quizá te encante tu trabajo y no quieras una relación o tal vez lo que desees sea formalizar con tu pareja y posterior a ello dedicarte a la maternidad; opciones hay muchas, el caso es dejar todas claras para ti misma y saber que lo que hizo tu hermana no lo debes de hacer tu también. Recuerda: somos y nos llenan cosas que son diferentes.