Un exitoso emprendedor reflexiona sobre las últimas conversaciones que sostuvo con su padre, quien murió inesperadamente. A través de ella nos exhorta a vivir una vida sin arrepentimientos.
“En abril del 2012, mi padre murió a la edad de 54 años. Era relativamente joven y su muerte fue estremecedora. Mientras estaba sentado en su funeral, seguía repasando en la mente las últimas conversaciones que tuvimos.
Lo único que me dijo en esas conversaciones era que desearía haber hecho más. Me dijo que tenía tantos sueños y metas por los que nunca había hecho nada. Me dijo que aprendiera la lección que el nunca aprendió: no mueras con arrepentimiento.
Su muerte fue como un despertador y me llevó a iniciar un viaje en el que perdí 77 kilos; me mudé de Milwaukee, Wisconsin a nuestro lugar de ensueño en Maui, Hawai; dejé un trabajo en el que era miserable para perseguir mi sueño de escribir.
A lo largo del camino he aprendido siete lecciones clave que debemos evitar si NO queremos vivir una vida de arrepentimiento”.
1. No vivir de verdad
Muy seguido dejamos que nuestras dudas y miedo nos retengan de la vida increíble que todos podemos vivir. ¡Tenemos tantas cosas que queremos hacer en la vida y que nunca realizamos! Vivir realmente no significa que te lances de un paracaídas cada tercer día, significa que no te detienes para perseguir esos sueños, que ignoras las dudas y creas una vida asombrosa. Significa que no importa cuántas veces caigas, te levantas y continúas empujando.
2. No perseguir tus sueños
La mayor parte de las personas pasan de 40 a 60 horas en su semana laboral. Cuando pasas tanto tiempo haciendo algo, afecta tu vida de una u otra forma. Si trabajas en algo que te hace la vida miserable, cada parte de tu vida se verá afectada. Las oportunidades se presentan alrededor de nosostros y existe gente que hace sus sueños realidad mientras estás leyendo esto.
No será fácil y tomará tiempo, pero valdrá la pena.
3. Acumular muchas cosas
Cuando nos mudamos a Hawai estábamos impactados de cuántas cosas teníamos. Vamos por la vida adquiriendo cosas y guardándolas, pero tememos deshacernos incluso de lo que no usamos. Generalmente, si no has usado algo durante el ultimo año, probablemente no lo necesitas (habrá excepciones, claro). Esas cosas crean desorden, lo cual conduce al estrés. Al final de tu vida, no recordarás nada de esas cosas, pero sí recordarás cualquier experiencia increíble.
4. Dejar que ganen los celos
Desafortunadamente, los celos son parte de la naturaleza humana, pero hay quienes saben cómo lidiar con ellos. Si no puedes controlarlos, vivirás una vida de arrepentimiento. Sé agradecido con tu vida. Agradece que estás vivo. Tal vez no tengas tanto como alguien más, pero puedes hacer algo al respecto.
5. Compararte constantemente con otras personas
A medida que hice cambios en mi vida, una forma de medir mi progreso fue comparando mis resultados con lo que otros hacían. Aprendí de la peor manera que compararte con otros te lleva a la irritabilidad y al dolor de cabeza. Tu trayecto es TUYO y no debe ser comparado. Haz cambios a tu ritmo. Mientras avances, llegarás ahí. Si alguien lo hace antes que tú, felicítale y concéntrate en tu trayecto. Quedar atrapado en el juego de la comparación no te ayudará en nada.
6. Dejar que personas negativas te arrastren
Nos emociona contar a familiares y amigos los cambios que hacemos en nuestra vida. A veces no se muestran tan emocionados como nosotros, e incluso a veces son negativos. Si deseas avanzar, debes permanecer lejos de la gente negativa. Esta clase de personas no son felices con ellos mismos y envenenarán tu progreso. Muy pronto comenzarás a creer en lo que hablan y renunciarás. Deshazte de lo negativo y vivirás una vida más feliz.
7. Comenzar mañana
Siempre pensamos que tendremos más tiempo cuando en realidad no tenemos garantía de que exista un mañana. Cada día es un regalo, y lo deberíamos vivir como si fuera el último. El mejor tiempo para comenzar no es mañana porque tal ve nunca llegue. Comienza hoy y mañana estarás cerca de vivir tu sueño. Comienza hoy y no morirás con arrepentimiento en tu corazón.
Por experiencia personal puedo decirte que perseguir sueños es un trabajo muy duro. Hay muchos altibajos y días en los que desearías renunciar.
Lo mejor que puedes hacer es tomar un día a la vez. En lugar de enfocarte en los grandes cambios que quieres tener, enfócate en despertar y hacer lo que debes hacer ese día. Mientras vivas un día a la vez, verás que después de un tiempo ya estás ahí.
La vida es muy corta para gastar tiempo en ser miserable. Persigue esos sueños y crea esa asombrosa vida. Llega al final de tus días con una sonrisa en tu rostro porque sabes que no tienes nada de qué arrepentirte.