Una vez que has encontrado el éxito en tu vida, o que has logrado salir de una situación difícil que te estuvo persiguiendo y de la cual asegurabas que no había salida, es cuando comienzas a reconsiderar tu lugar en el mundo. Toda tu perspectiva sobre la vida y tus relaciones cambia, simplemente estás creciendo, estás madurando, estás aprendiendo.
Y para este momento de tu vida no necesitas más frases motivacionales de las que lees en Facebook, ni aquel entrenador emocional imaginario que te dice “sí puedes”; para este momento de tu vida, lo único que necesitas es ser tú misma, relajarte, disfrutar y simplemente dejar que la vida pase. Por eso, esta carta de reflexión es para cualquier mujer que alguna vez ha sentido que está fallando en la vida.
Somos lo que somos
Cambia tu vida cuando tú quieras cambiarla, propón ideas y ponlas en acción hasta que el momento te llegue. Es como pasan las cosas, no hay verdaderos planes, siempre ha sido cuestión de voluntad.
¿Necesitamos permiso para hacer lo que se nos antoje?
Ni somos robots, ni podemos predecir el tiempo ni las tempestades, mucho menos podemos disponer de “motivación” en nuestros planes a futuro si no sabemos si existirán en su momento. Tampoco podemos controlar todo, porque algo seguro es, que cuando buscamos el control nos exponemos potencialmente a perderlo. Podrías despertarte todos los días a las 5 a.m. pero si las palabras o la pintura o las ideas no salen, simplemente no pasará y ya, no hay tiempo para sobrepensar la tragedia de “no tener ideas”; en su momento llegarán.
La vida simplemente sucede
Así funciona la vida. Estás viva y la vida sólo sucede (no “cambia”, no se transforma; sólo sucede); y tiene fuertes razones para enseñarte grandes lecciones.
Necesitas empezar a darte el permiso de ser humano
Darte permiso de entender que eres un ser humano; como absolutamente todos los demás; no hay mejores, ni peores, más ni menos. A todos nos han cortado con la misma tijera y a todos la vida les ha enseñado las lecciones que merecían, las lecciones de los problemas que solos se han ganado.
50/50
No hay una manera de “ganarle el juego” a la vida, solo tenemos una oportunidad de jugar, y todas las probabilidades son iguales; 50% a tu favor y 50 en contra. Puedes vivir necesitando del control en tu vida, pero nada de lo que hagas podrá prevenir por completo los inconvenientes de la vida, porque a la vida en cualquier momento se le va a ocurrir que tal vez eso que crees que tanto “quieres” no es lo que de verdad necesitas.
Es mucho más fácil negarse al fracaso que abrazarlo
Se nos olvida que lo que vemos en otros es sólo el reflejo de nuestro propio ser, de nuestras fallas, de nuestros fracasos y errores; todo lo que la vida nos ha puesto en el camino. Pero la pregunta más importante sería: “¿por qué sólo veo mi reflejo en lo negativo de los demás, y por qué no logro reconocer la mejor parte de su éxito?”.
Las mejores cosas se cosechan a largo plazo
El que otros estén teniendo éxito no debería representar un impacto en nuestro autoestima; al contrario, debería ser un motor para seguir adelante, pero conscientes de lo que tenemos y lo que no.
Algún día este momento tendrá sentido
Hay magia detrás de todo lo que no entendemos, y jamás podremos remediar el hecho de que no le ganaremos a la vida. No hay una fórmula, ni una lista de 10 pasos para encontrar el hilo negro de la felicidad. Todo es relativo, y entre más conscientes estamos de que vivimos expuestos al fracaso diario, más tranquilidad tendremos de que nuestra vida va por el camino que debe ir.