Es normal que a nuestros veinte no sepamos mucho de la vida porque apenas vamos descubriendo el mundo y sus lecciones. A esta edad es cuando comenzamos a salir, forjamos amistades entrañables, nos enamoramos con el corazón en la mano y sentimos que podemos comernos al mundo. Lamentablemente no todo es color de rosa y las cosas pueden resultar muy distintas a como creíamos cuando éramos unos niñas.
Te romperán el corazón, amigos te dejarán de hablar, te compararás con la gente que ha logrado más, serás muy dura contigo misma, te darás cuenta de que el tiempo pasa muy rápido y te dará miedo crecer. Pero tranquila, todo esto es normal, a veces solo necesitamos que alguien nos recuerde que así es la vida, con distintos matices y que tenemos que aprender a disfrutarlos cada uno.
1. El espejo es tu amigo
Todos siempre estamos tratando de cambiar los aspectos de nuestro físico que no nos gustan; nos quejamos frente al espejo de las lonjitas, la falta de curvas, las espinillas en la frente, de nuestro cabello chino o lacio… Dentro de 15 años verás tus fotos del pasado y solo percibirás lo genial que te veías.
2. Los celos y la competitividad no son cool
A veces sentimos que si alguien a nuestro alrededor triunfa nos está quitando algo que nos pertenece; hay que entender que no es así. Cada cual tiene eso por lo que ha trabajado. En vez de sentir celos, utiliza el triunfo de los demás para motivarte a ti misma a alcanzar tus metas.
3. Aprende a pedir perdón
No dejes que el orgullo se anteponga a tus relaciones, esto te evitará muchos problemas y golpes contra la pared. Cuando algo sea tu responsabilidad reconócelo, asúmelo y haz algo para remediarlo. Ceder no significa el fin del mundo.
4. “A largo plazo” no es tan lejano
¿Cuántas veces has dicho la frase “cuando sea grande”? No te confíes en que ese día aún está lejos, el tiempo pasa más rápido de lo que crees. Desarrolla tus talentos, descubre qué quieres hacer de tu vida, ahorra dinero…
5. Cambiar está bien
Nunca dejes que la gente te haga sentir culpable por haber cambiado. Somos seres que evolucionan y madurar está bien; quien quiera permanecer a tu lado es bienvenido.
6. Las relaciones no son para toda la vida
Parte del proceso de cambio es perder a gente que te importa: es normal y está bien. Aunque hay amigos que duran para toda la vida o primeros amores que terminan siendo nuestro “vivieron felices para siempre”, esto no siempre es así. Podrás perder personas conforme cambien tus gustos y aspiraciones, pero no te preocupes que también llegará gente nueva y maravillosa.
7. No temas decir NO
NO es tu responsabilidad salir a lugares que NO te agradan, con gente que NO te cae bien, si NO tienes ganas o si NO quieres responsabilizarte por algo si NO tienes tiempo. Obviamente no se trata de ser antipática o dejar de ayudar, pero no te sientas obligada si alguien te invita a salir o te pide algún favor.
8. En vez de odiar, analízate
Existe una llamada ley del espejo que dice que lo que odiamos de alguien es el reflejo de lo que no nos agrada de nosotros mismos. Antes de desperdiciar nuestra energía en enojos es mejor ser introspectivas, además te darás cuenta de que vivir sin resentimiento te quita un gran peso de encima.
9. No des por sentado a tus papás
Es uno de los errores más comunes, sobre todo a los 20 años pues creemos que solo están ahí para molestarnos y hacernos la vida imposible. Entiende que tus padres ya pasaron por lo que estás viviendo y, lo creas o no, ellos saben lo que es mejor para ti. Aprovecha el tiempo para hablar con ellos, entenderlos y conocerlos. No los tendrás para siempre.
10. Todos nos sentimos perdidos en algún punto
En serio, cada persona que conoces se siente perdida en un momento (o varios) de su vida, nadie tiene la vida resuelta y esa incertidumbre puede aterrarnos a todos.