En sus veinte, las mujeres tienen una mayor posibilidad de cometer errores mientras tratan de encontrarse a sí mismas. Es una época de decisiones, inseguridades y preguntas. Una etapa de terribles prácticas, mal sexo y emociones confusas. Si pudiste escapar sin cometer errores que alteraran tu vida, como casarte con un psicópata o arruinar tu reputación, lo hiciste muy bien.
Por otro lado, los treinta son un momento de auto-realización. Lo más probable es que hayas establecido una carrera, estés segura de tu identidad y te encuentres en un punto en el que puedes dejar que la basura de otros te supere. Definitivamente estás entrando en una etapa bastante increíble en la que debes tomar en cuenta esta lista de cosas que ya no debes aceptar (o estarás desperdiciando tu preciosa energía de mujer adulta).
1. Recibir un mal pago
Esto va doble si tú sabes que ganas menos que tus homólogos masculinos en el mismo puesto de trabajo. Si tú sientes que estás siendo mal pagada, o sabes que lo estás, deberías de tomar las medidas adecuadas para conseguir ese dinero extra.
No aceptes toda una letanía de excusas corporativas. Si ellos no quieren pagar por lo que vale la pena, es momento de despejar el camino y seguir adelante. Eres una mujer que merece comprarse algo agradable, o al menos no luchar por un sueldo. Obtén-tu-dinero.
2. Descuidar tu cuerpo
Bien, todo el mundo entiende los cambios. Sin embargo, el “estoy en mis treinta años” no es excusa válida para dejar de cuidar tu figura (como no es válido a los cuarenta ni a los cincuenta). Si odias tus caderas o la falta de tu antigua cintura, ve al gimnasio, camina, corre… y recupera tu cuerpo. Tu metabolismo todavía es tu aliado y responderá a tu preocupación por una alimentación sana y el ejercicio.
3. Pedir disculpas por lo que eres
Yo soy escritora, ambiciosa, apasionada y amo mi profesión con todo mi corazón. Cuando tenia veinte años solía pedir disculpas por ser demasiado soñadora, impulsiva o romántica. Ahora, me doy cuenta de que no me deben importar las opiniones de los otros.
Si tú te sientes bien sobre tus decisiones, eso es lo que realmente necesitas en este momento. Vive como te sientes y vuela tan alto como lo desees. Si sabes que eres una buena persona, no tienes que pedir disculpas por nada.
4. Las relaciones inconsistentes
Algunos tipos simplemente no están preparados para manejar una situación romántica con una mujer, y otros no están dispuestos a hacer el esfuerzo que necesitas de ellos. Si tienes que adivinar lo que está pensando o rogarle por un poco de amor, es momento de mostrarle la puerta.
Tú eres una adulta ahora. Si le has dado a un tipo cada oportunidad para demostrar que él es digno de tu atención y aún así continua jodiéndote, ¡termina la relación! Tú mereces a alguien que pueda hacer un esfuerzo constante por ser parte de tu vida.
5. Estar insegura acerca de tu físico
Algunas chicas están preocupadas por cómo se ven durante un encuentro sexual. Mi consejo para ellas es: ¡¿A quién demonios le importa?!
Eres una mujer de 30 años haciendo todo lo posible por mantener su cuerpo saludable: ¡no hay razón para perder el tiempo o tu energía con un hombre que constantemente te está comparando o señalando tus defectos! Porque si es así, él probablemente es un imbécil. Tu cuerpo es un templo y está ‘añejándose’ como un buen vino. Siéntete orgullosa de lo que tienes.
6. Compararte con otras mujeres
Mientras que las chicas inseguras de veinte años pueden medir su vida por lo que muchos de sus amigos hacen o publican en las redes sociales –viajes que realizan, compra de cosas lujosas o si están comprometidos–, una mujer adulta no debería de prestar atención a esas comparaciones.
Estar sólidamente plantada en tus treinta significa que puedes darte cuenta que todos recorren su propio camino único a la felicidad. Debes poder estar lo suficientemente tranquila para relajarte y disfrutar de la vida. No tiene ningún sentido compararte con las chicas con las que te graduaste de la escuela. Compararte con los demás sólo te conduce a tener dudas sobre ti misma que no son necesarias, y realmente no tienes que perder tiempo en eso ahora.
7. Maquillaje barato
Hay una razón por la que los productos de alta categoría cuestan más que las marcas que venden en las farmacias o en el supermercado: si quieres que al salir del trabajo parezca que nunca te maquillaste, o que después de un evento no te sorprenda lucir unos ojos de mapache debido a tu rímel corrido, es necesario pagar más.
Los productos para el cuidado de la piel y el maquillaje, los tacones y la ropa están en la misma categoría. Todos pueden hacer que una mujer realmente se sienta como tal. No importa la cantidad.
8. Vivir en el pasado
¡A veces es tan fácil quedar atrapada en lo que podrías haber hecho, o lo que tu vida podría haber sido si no hubieras hecho esto o aquello! Pero la verdad es que tú hiciste eso, tú lo elegiste y la vida no tiene un botón de rebobinado. A estas alturas de la vida no tiene sentido vivir de los errores del pasado o de las oportunidades perdidas.
Tus sentimientos tristes no te impulsarán al futuro que deseas. Es más factible que elimines todo lo que podría haber sido a que lo arrastres contigo. Tienes que confiar en lo que haces mejor por ti misma, con el conocimiento de que es lo único que puedes hacer ahora y siempre.
9. Fingir estar bien
No estoy diciendo que tienes que dejar que tus emociones gobiernen tus acciones en todo momento, sin embargo, cuando pasas por un mal momento, está bien tomar un tiempo para ti misma y hacer frente a lo que sientes. A quién le importa si otras personas no piensan que es un gran problema. Tú debes tomar todo el tiempo que necesitas para sanar.
10. Los hombres que no tienen un trabajo real
Si te encuentras con un chico que tiene aproximadamente tu edad y que aún vive con sus padres tratando de terminar una carrera, realmente no está bien. El trabajo y la ambición no son sólo atractivos, son factores clave en la determinación de la clase de futuro que puedes llegar a tener si alguna vez se convierten en pareja.
Las chicas de treinta años no deberían de conformarse con un tipo que quiere sentarse todo el día a jugar XBox y espera a que su madre le prepare la comida. La vida es demasiado corta como para salir con un chico que no sabe comportarse como un hombre, es momento de salir a buscar a un hombre exitoso.
En conclusión: disfruta tus treinta. Te has ganado el derecho de mantener tus estándares y la cabeza bien alta mientras escuchas el ritmo de tu propia vida. Así que sácale el máximo partido.