¿Te cuento un secreto? Las personas felices no tienen una vida diferente a la tuya, sólo viven de una manera diferente porque aprecian más lo que tienen que los que están siempre molestos.
La felicidad es el resultado de lo que percibimos, y cómo percibimos las cosas es una elección. Aunque la mayoría de las veces las situaciones (buenas y malas) en las que nos encontramos son producto de nuestras decisiones, es la forma en la que vivimos lo que nos hacer felices o infelices.
Estas son algunas cosas que distinguen a quienes se sienten mejor y aman su vida.
1. Hacen las cosas porque quieren, no porque tienen que hacerlas
Las personas felices piensan que no tiene que hacer nada por obligación, excepto quizá pagar impuestos o morir, por supuesto. Todo lo demás es una decisión seguida de una acción. Por ejemplo, si quieren ir a un lugar, es justamente lo que hacen.
Nadie los engaña o los obliga a realizar ningún tipo de actividad y su propia opinión es más importante para ellos que las de los demás. Hacen lo que creen que es correcto y no se molestan en pedir permiso. Hacen las cosas a su gusto.
2. No se molestan en gustarle a las personas, simplemente porque no lo necesitan
Se gustan a sí mismos y eso es importante. Puedes amarlos u odiarlos, pero ellos hacen las cosas porque decidieron hacerlas, sin pretender la aprobación o aceptación de las personas. Buscan que sus vidas sean justas y oportunas.
3. Aman a sus amigos, pero no confían ciegamente en ellos
Las personas felices tienen buenos amigos, sin embargo, les gusta mantener su independencia. No confían ciegamente porque así evitan decepciones cuando algo no resulta como esperan.
4. No explican lo que pasa en sus vidas
Llevan a cabo proyectos y trabajos con el fin de tener la vida que siempre han querido, no le cuentan sobre ellos a los demás para que les aplaudan o les solucionen sus problemas. El verdadero truco está en que este tipo de personas no esperan que las cosas se resuelvan por sí solas.
5. Viven el momento
Las personas felices tienden a moverse de un lado a otro. Ven el mundo como un hogar donde existen múltiples posibilidades para establecerse, y no se arrepentirán de ello. Disfrutan al máximo las experiencias y aceptan que lo que vives en el momento determina lo feliz que eres.
6. Tienen su propia filosofía de vida
No tienen un libro para saber cómo vivir la vida. Todos podemos vivir la vida por la filosofía que queramos seguir, siempre y cuando encontremos lo que nos mantenga satisfechos.
7. Saben que no vivirán para siempre
Saben que son mortales, y aceptan cada paso que dan. Viven de acuerdo a sus términos y aunque saben que no pueden controlar el momento de su muerte, pueden controlar su propia vida.
8. Viven con su presente, y sueñan con su futuro
Tienen esperanzas, sueños y metas como cualquier otra persona. No dejan escapar sus deseos y aspiraciones. Pero aunque nadie puede vivir la vida sin mirar hacia el futuro, ellos no pierden la satisfacción de vivir el único momento donde pasan cosas realmente importantes.
9. Ven el mundo como si fuera una obra de teatro
No creen que en el mundo exista una sola realidad, por ello son los creadores de su propia versión. Tienen la habilidad de elegir por el simple hecho de que pueden entender las cosas de manera distinta y gracias a ello pueden construir lo que más desean.
10. No quieren cambiar a las personas; aprenden a lidiar con ellas
Es una completa pérdida de tiempo querer cambiar a otras personas; la gente cambia pero lo hacen por su propia voluntad. Quienes aman su vida aprenden a aceptar a otros y saben que ellos son los que cambian su interior o su exterior.
En vez de perder el tiempo en querer hacer lo imposible, ¿por qué no aprovecharlo de una mejor manera?