Durante estos 10 últimos años, he vivido en cinco países diferentes.
Ha sido un viaje maravilloso que me ha enseñado más sobre la vida, el amor y el miedo que cualquier libro de autoayuda, o documental.
Las personas que han vivido la experiencia de establecerse en el extranjero estarán de acuerdo. Probablemente ellos te dirán que viajar ha ampliado sus horizontes, los hizo tener una mente más abierta y les demostró lo que realmente es importante en la vida. Pero también hay cosas que jamás te dirán. En tierras extranjeras, los cuentos de hadas no existen.
Aquí te dejamos cinco cosas por las que obligatoriamente tienes que pasar si decides salir de casa y mudarte a otro país:
1. Tus seres queridos quedarán devastados
No importa cómo intentes endulzar tu decisión, mudarte al extranjero siempre será, esencialmente, una elección egoísta.
Es muy bueno que estés viviendo tu sueño y estés eligiendo la vida (que tú piensas) que deseas, pero realmente, no estás haciendo feliz a nadie más que a ti misma. Si tienes la fortuna de estar rodeada de increíbles personas a las que llamas familia y amigos, harán cualquier cosa para ocultar sus verdaderos sentimientos. Ellos no quieren abrumarte con sus dudas y temores diciendo cosas como: ¡¿Pero qué demonios estás haciendo?! En su lugar, te dirán: “¡Si estás feliz, estamos felices!”
Mis padres hicieron un trabajo impresionante al fingir que estaban bien con mi decisión. Me convencieron de que mi próxima aventura era tan emocionante para ellos como lo era para mí. Estaba tan ocupada conmigo misma que me mantuve completamente ajena a su dolor, hasta que el día de mi partida, en el aeropuerto, vi una tristeza en sus ojos que nunca antes había visto. Después de nuestras despedidas finales, me di la vuelta una vez más para decirles adiós y me di cuenta que parecían más frágiles, perdidos y 10 años mayores. Mi aventura era su miseria.
2. Te sentirás culpable todo el tiempo
Dos meses después de que mi viaje empezó, un buen amigo mío recibió un diagnostico devastador: tenía cáncer. Traté de estar allí para él, por teléfono, por correo electrónico y por cualquier medio que acortara distancias, pero sabía que lo que él realmente necesitaba era un gran abrazo y mi hombro para llorar.
Cuando mi abuela de 80 años de edad se cayó por las escaleras, me llamó desde el hospital y muy triste sólo dijo: “¿Cuando vendrás a visitarme, querida?”
Yo no estaba allí en los malos momentos, y tampoco estaba en los buenos. Durante los siguientes años, me perdí la mayoría de las fiestas de mis amigos, despedidas de solteras, cumpleaños, baby showers y bodas. Siempre pensé que asistiría a esos eventos, y no me preocupé por ello hasta que conocí el corto, pero tan doloroso silencio que siempre siguió a mis: “Lo siento, pero no voy a poder asistir”.
Cuando te vas a vivir al extranjero, las limitaciones de tiempo y financieras, inevitablemente determinan las decisiones sociales que realices. Asistir a la boda de tu mejor amiga puede impedir que vayas al cumpleaños 60 de tu papá o a la graduación de tu hermana. ¿Cómo elegir? ¿Cómo puedes justificar las decisiones que tomas? Incluso aunque sepas que es tu vida y que tú decides cómo vivirla, mudarte al extranjero muchas veces te hará sentir la peor hija y la peor amiga.
3. Te sentirás muy, muy sola
Siempre he tenido la suerte de estar rodeada de gente maravillosa. Al trasladarme a otro país, nunca he tenido problema al momento de conocer gente para pasar el rato y explorar mi nueva ciudad. Sin embargo, a pesar de que en realidad nunca estuve sola, experimenté una profunda sensación de soledad que nunca antes había conocido.
La primera Navidad que pasé en mi nuevo país, fui invitada por un compañero que había conocido tres semanas antes a reunirme con su familia. Me sentí abrumada por su amabilidad, pero en el fondo sabía que me habían invitado por lástima. Al ver el amor que compartían, me sentí como una intrusa; definitivamente no pertenecía a ese lugar.
Se necesita tiempo para construir relaciones significativas, por eso, cuando te mudas al extranjero, pasarás mucho tiempo con personas divertidas, pero con las que no compartes ningún recuerdo ni ninguna historia importante todavía. Es como estar en una nueva escuela, pero esta vez, en un país diferente, muy, muy, muy lejos de tus seres queridos.
4. Sentirás que no encajas más
Trasladarme al extranjero me ha cambiado de muchas más maneras de las que pude imaginar. Descubrí amores, pasiones y miedo que no sabía que existían en mí, y abandoné las convicciones y creencias antiguas que simplemente ya no se sentían. Ha sido un buen cambio al que me he abrazado totalmente, pero también éste me alejo —muy despacio y sutilmente— de la gente y del lugar que solía llamar hogar.
Al mudarte al extranjero, una gran parte importante de tu vida se desarrolla en otra parte, y eso hace que el identificarte con la persona que antes solías ser sea casi imposible. En su lugar, encontrarás un nuevo hogar en el nuevo país, que llenará parcialmente el vacío. Sin embargo, dado que carecerá de raíces y de historia, en tu nuevo hogar nunca, a pesar de tus mejores esfuerzos, sentirás que encajas al 100 por ciento.
5. Vas a perder a tus amigos cercanos
Los amigos que pensaste que nunca perderías porque estuviste junto a ellos desde el jardín de niños, y durante toda tu vida hasta el momento en que decidiste marcharte, pronto se distanciarán.
Por todas las razones mencionadas anteriormente, al mudarte a otro país cambiará tu vida y sacrificarás queridas amistades. Por supuesto, en algunos casos la distancia une a las personas, pero no en la mayoría. Es culpa de nadie y culpa de todos. Te olvidas de sus cumpleaños porque estás demasiado ocupada en salir con tus nuevas amigas. Te culparán por asistir al cumpleaños de tu papá en lugar de a su despedida de soltera.
Elegir diferentes caminos termina la amistad, al igual que termina la mayoría de las relaciones. Es inevitable, y es la vida, pero eso no significa que será fácil. Al perder amigos, se pierde una parte de ti misma, y de tu historia. Así que te preguntarás constantemente: ¿Habrá valido la pena? ¿Me arrepiento de haber dado el salto y lanzarme a la aventura de vivir en un nuevo país?
Sí y no, en lo absoluto. Siempre recuerda que un gran sacrificio conlleva una gran recompensa.