Hay un dicho muy común que dice: “para atrás, ni para tomar impulso” y es muy acertado. Todo lo que necesitas está delante de ti: un cambio de aires, una ciudad desconocida, el novio que nunca imaginaste tener, un cambio de hábitos, un nuevo look, todo está ahí, pero comenzar de cero de es valientes y cambiar tu vida significa dejar esas cosas que creías que eran indispensables; significa caminar sin mirar hacia atrás. ¿Estarías dispuesta?
Dicen que detrás de cada cambio importante hay un terremoto, una sacudida que te hace temblar de la cabeza a los pies; si estás preparada te estremecerás y luego te reincorporarás rápidamente, pero si no es así, se partirá la tierra y te dejará caer en picada.
Fuertes son quienes pueden seguir adelante a pesar del dolor y a pesar del querer; las que tienen miedo pero lo controlan; las que paran sólo a tomar el aire suficiente para recuperarse de una desilusión y luego continúan.
El “vivió feliz para siempre” no es para cobardes, es para las que se arriesgan, para las que saben que después de la tormenta siempre llega la calma, y una vez pasado el terremoto sólo se sacuden el polvo para continuar su camino. Quienes no lo hacen, quedan rotas, lastimadas, en pedazos, desesperadas, sin saber qué hacer, sufren por el desastre. ¿Qué tipo de mujer eres?
Ser débil o ser valiente cuesta el mismo trabajo, pero hace falta coraje para tomar fuerzas, levantarse de suelo y seguir. Lo más importante es hacer el miedo a un lado y una vez que sepas de lo que eres capaz, tendrás muchos nuevos comienzos: empezar una relación contigo es un viaje con boleto de ida, pero no de regreso.
Con virtudes y defectos, el destino se alinea y siempre hay alguien con quien compaginarás. Todo tiene su tiempo. La vida siempre tiene su propio ritmo y hoy siempre es una oportunidad de ser feliz.