Hay un hombre que siempre será el más sabio, inteligente, dulce y cariñoso de tu vida: tu abuelo. Ese hombre que te ha amado desde que fuiste bebé y te ha cargado en sus brazos con amor, es una de las personas más importantes de tu vida. Será la persona a quien más confianza le podrás tener, incluso cuando creas que nadie más podrá entenderte.
Tu abuelo siempre hará todo por verte feliz, por eso cuando creces y te das cuenta de la gran relación que existe entre nietas y abuelos, agradecerás cada uno de los días en los que tengas a ese señor en tu vida acompañándote en el camino. Así como estas 20 cosas que sólo entenderemos aquellas que agradecemos tener una gran amistad con nuestro abuelo.
1. Es otra figura paterna pero con más sabiduría
Le has contado sobre tu primer día de clases, las nuevas amistades, tu graduación, nuevo trabajo e incluso el momento en que te pidieron matrimonio; ves en él a otra figura paterna a la cual acercarte para un consejo sentimental y hasta espiritual.
2. Es el mejor del mundo regalando cariño
Es un experto en dar abrazos y cariño, siempre ha sabido cómo arreglarte el día con un sólo abrazo.
3. Te da ternura cómo la tecnología lo alcanzó
A él realmente no le gusta mucho que te la pases en tu smartphone, y frecuentemente dice: “en mi tiempos no usábamos eso”. Sin embargo, siempre será el más lindo contigo cuando te quieras sacar una selfie con él o si le enseñas un video divertido.
4. Es alguien con quien siempre podrás contar
5. Siempre se alegra de verte
Cuando te mira se le dibuja una gran sonrisa en su cara; y a pesar de que no dice mucho, con un abrazo puede contarte lo mucho que se alegra de volver a verte.
6. Él es el único hombre que puede elevar tu autoestima
Él siempre será el mejor en eso, en muchas ocasiones hará comentarios sobre lo mucho que has crecido y todo lo que vales. Él es del único hombre que te ayudará si necesitas cumplidos, pues nadie más te conoce como tu abuelo.
7. El abuelo siempre tendrá la razón
Podrás preguntarle a tu mamá, a tu papá, e incluso a tus hermanos, pero nunca tendrás el consejo más sabio y objetivo como el de tu abuelo. Valoras cada uno de esos consejos, pues sabes que siempre te hará sentir mejor.
8. Siempre hace que las comidas familiares sean más divertidas
Ya sean sus bailes, sus chistes o sus graciosas anécdotas, tu abuelo siempre trae a cualquier reunión una chispa de humor blanco y totalmente inocente. Ya no hacen abuelos como antes.
9. Jamás tendrás hambre si estás en la casa de tu abuelo
El abuelo siempre verá la manera de aprovechar el rato comiendo algo delicioso, incluso si no encuentra algo para comer en casa, te consentirá pidiendo a domicilio algo para comer.
10. Tampoco te sentirás sin dinero cuando lo visites
Tu abuelo insistirá e insistirá hasta que aceptes ese par de billetes que te da a escondidas cuando te despides de su casa después de visitarlo. Siempre te dirá que por favor lo uses con responsabilidad, pero sobre todo que te diviertas.
11. Nunca dejas de conocer a tu abuelo
Siempre tendrá una historia diferente para cualquier situación o tema, y por más que pienses que lo conoces por completo, tu abuelo jamás deja de sorprenderte con sus interesantes anécdotas. Prácticamente, tu abuelo es una enciclopedia y un libro de cuentos y fábulas.
12. Conoces cosas de otras épocas gracias a él
Desde su reloj de mano, hasta las viejas costumbres que ya no se ven en la sociedad actual; te encanta que sea un de esos hombres hechos a la antigua. Te platica siempre de cómo eran las cosas en la época en la que él era joven, y todo lo que sabes de historia lo aprendiste de él.
13. Tu abuelo es el único caballero de la vida real que conoces
Es simplemente el más adorable y respetuoso hombre que conoces; él, como muchos abuelos más, está “chapado a la antigua”, por lo cual siempre te enamora con sus detalles caballerosos y mueres de ternura si se levanta a acercarte una silla.
14. Te ha enseñado cosas realmente útiles en tu vida
Lo has visto arreglando algo en el hogar o haciendo algún tipo de carpintería, y seguramente no pensabas que todos esos pequeños trucos del hogar te iban a servir tanto en tu vida adulta; por eso tu abuelo es el mejor maestro en tu vida.
15. A veces te preguntas si habrá algo más adorable que tu abuelo
De verdad, cuando lo ves no puedes dejar de sentir una ternura; sus ojos caídos que sólo demuestran lo larga que ha sido su vida y su sonrisa inocente, lo feliz que se pone de ver a su familia. Por eso, cuando lo ves no puedes hacer nada más que consentirlo y darle besos.
16. Salir con tu abuelo a solas es conocer a gente en todos lados
Siempre que sales con tu abuelo sabes que será un viaje largo, ya que tu abuelo conoce a prácticamente todo el centro de la ciudad, y te presentará con todos esos viejos amigos y conocidos.
17. Te ha dado las lecciones más sabias de tu vida
Cuando alguna vez te portaste mal o te metiste en algún problema, tu abuelo siempre supo cómo acercarse a ti para enseñarte una lección sobre tus actos con alguna de sus sabias anécdotas. La manera en que el abuelo te enseña de la vida no la aprendes ni de los padres ni de los maestros, pues su sabiduría es mucho más diferente y reflexiva.
18. Es el más romántico cuando habla de tu abuela
Nada te pone más la piel de gallina que tu abuelo contándote lo bella que es tu abuela y cómo la conoció de joven. Siempre encuentra maneras de agregar a la plática cuán enamorados estaban. Esas son las historias de amor que te parten el corazón.
19. Tiene un sentido del humor totalmente inocente
Por más pesado que haya sido tu día, cuando ves a tu abuelo y sin querer le hablas con mal humor, tu abuelo contesta instantáneamente con un chiste inocente pero siempre ingenioso que inevitablemente te hará sonreír; es el mejor de todos los comediantes.
20. Sigue siendo tu confidente, aunque ya no estés con él
Lo único que jamás podremos soportar de los abuelos son el corto tiempo que nos toca vivir con ellos, por eso quisiéramos que fueran eternos. Sin embargo, nuestro abuelo sigue siempre con nosotros; cuando necesitamos una guía o un consejo, siempre pensamos: “mi querido abuelo en mi lugar, ¿qué hubiera hecho?”