Al ser padre de cuatro mujeres –aún cuando también soy papá de un chico– escucho frases como estas todo el tiempo: “Lo siento por ti cuando se conviertan en adolescentes” o “estás rodeado de mujeres, ¿qué hiciste para merecer eso?” Honestamente, siento pena por quienes piensan de esta forma.
Ser padre de mujeres es una de las más grandes alegrías que cualquiera puede imaginar. Tenemos un dicho en casa: “Te amo más que ayer”. Criar hijas es un privilegio, no una carga. Desde luego, no tengo todo resuelto, pero en estos últimos 11 años he aprendido 15 cosas sobre la crianza de una chica:
1. Quiere ser amada
Más que las cosas que le puedas comprar o enseñar, ella quiere que la ames. Nadie en el planeta puede asumir tu rol como padre. Tu hija puede decepcionarte, cometer grandes errores e incluso darte la espalda en ocasiones, pero no dejes que ponga en duda tu amor por ella. Mírala a los ojos y dile que la amas. Muchas veces.
2. Influyes en su futura pareja
Es un hecho impactante, pero el tipo de hombre que eres influirá directamente en su elección de pareja algún día. Por años, nuestra tercera hija rogaba que me casara con ella cuando creciera. Tuve que explicarle que ya estaba casado con su increíble madre.
Si lo haces bien, ella deseará casarse con alguien como tú algún día, y si no, probablemente buscará suplir las carencias en un marido que no la hará feliz.
3. Escucha su música
Cuando las chicas suben a mi coche nos verás cantando algo de Taylor Swift, One Direction, Cody Simpson, Kidz Bop Radio o Katy Perry. Cierto, no es la música que yo escucharía (con una excepción, me encanta Taylor Swift), pero si a ellas las hace felices, a mí también.
4. Ella observa cómo tratas a su mamá
Si sólo tuvieras que poner atención en un punto, que sea este: lo mejor que puedes hacer por tu hija es querer a su madre. Es fácil sólo concentrarse en los hijos y correr de una actividad a otra, pero atiende tu matrimonio y conviértelo en una prioridad. Las etapas de mi vida en las que dejé de salir con Brooke (mi esposa) fueron también las etapas en las que nuestros chicos pasaron por más situaciones complicadas. No creo que sea coincidencia.
Ama a tu esposa, aparta un tiempo para salir con ella, llévala de viaje y demuestra a tus hijos que ella es una prioridad, incluso más grande que ellos –aunque protesten un poco, dependiendo de la forma en que se los expliques.
5. No te apartes mientras crece
Nuestra chica más grande tiene 11 años, así que no hemos llegado a los temidos años de adolescencia, pero no importa. Los padres que se alejan en el camino se arrepienten de no involucrarse emocionalmente más con sus hijas adolescentes. Puede ser extraño, pero ahora entiendo más sobre periodos menstruales, novios, afeitarse las axilas, Snapchat, lo que sea. Para mis chicas no habrá diferencia en el compromiso que su padre tiene a sus 15 con el que tenía a sus cinco años. No desparezcas cuando sus emociones y cuerpos comiencen a cambiar.
6. Enséñale a ser fuerte
En nuestro hogar tomamos la salud y el bienestar en serio. Mis hijas no son ningunas débiles, saben como hacer lagartijas y jugar deportes intensos. Consideran la frase “lanza como niña” un cumplido, no un insulto. Y más que rudeza física, estamos criando niñas mentalmente recias, como su mamá. En un mundo en el que la feminidad se relaciona muy a menudo con vestidos de princesa y cuentos de hadas, mis chicas son muy resistentes.
7. Crea recuerdos
Alguna vez un amigo me dijo que mi trabajo consistía en ser el ‘Jefe Creador de Recuerdos’ de la casa. Me quedan 50 o 60 años todavía en este planeta, espero. No es mucho tiempo, así que voy a trabajar duro en crear tantos recuerdos con mis chicas como sea posible.
Podemos celebrar en grande un cumpleaños yéndonos de viaje, pero también tomamos en serio cosas pequeñas: noches de películas en familia los viernes, grandes desayunos los sábados, ir a caminar juntos después de ir a la iglesia, dias de campo… No tiene que ser algo muy caro o elaborado, pero sí debe tener la intención. Llena el diario emocional de tu hija con recuerdos compartidos.
8. Enséñale que no todo se trata de ella
Las cosas maravillosas suceden cuando nos damos cuenta de que el universo no gira alrededor nuestro. No es cuestión de modelar la perfección de nuestras chicas sino de mostrarles que la vida se vive mejor cuando nos entregamos para servir a los demás. Cuando reconocemos no tener siempre la razón.
9. Acude a sus eventos
Como padres de niños y adolescentes, la mayoría estamos solidificando nuestra carrera al mismo tiempo, así que no nos es posible estar presentes cada vez, pero haz un esfuerzo para asistir a sus actividades.
Odio el comercial en el que el padre está en el recital de ballet de su hija y pasa todo el tiempo mirando un juego de fútbol en su teléfono celular. Me gusta ver un buen partido de fútbol como a cualquiera, pero aplaudo tanto en el recital de tu hija como lo haría si estuviera sentado en el sillón frente a la televisión viendo deportes.
10. La cercanía no es igual a la presencia
Soy culpable de olvidar este punto muy seguido. El simple hecho de que te encuentres cerca de ellos no significa que realmente estés ahí, especialmente en una era de constante información y entretenimiento.
Apaga tu teléfono cuando llegues a casa después del trabajo, o por lo menos déjalo en otra habitación y responde sólo llamadas verdaderamente importantes. A tu hija no le interesan tus menciones en Twitter, correos electrónicos, los resultados de tu equipo favorito o tus chats grupales. A ella le interesa pasar tiempo contigo, jugar contigo, ESTAR contigo.
11. Arregla su cabello y uñas
Brooke, mi esposa, hace esto el 99 de 100 veces, pero yo lo he hecho hasta lograr decirles que su papá hace la mejor cola de caballo, y puedo pintar sus uñas como un profesional. Bueno, incluso ellas me las han pintado a mí.
Muéstrale que eres un hombre gentil y que puedes ser parte de esos intereses ‘femeninos’ que son parte de su mundo.
12. Sal con ella
Me encantaría hacerlo todo el tiempo, pero incluso una vez cada tanto es mejor que nunca. Salir con tu hija es fundamental para mostrarle cómo un hombre debe tratar a una mujer. Llámenme anticuado, pero en mis citas con mis chicas les abro la puerta, pago la cuenta, las veo a los ojos y las hago sentir únicas y especiales.
No cuesta un montón de dinero: puede ser una caminata por la calle, un paseo corto en bicicleta, una ida a la tienda de helados. No tiene porqué ser lujoso, pero, otra vez, debe tener una intención.
13. Su corazón es más hermoso que su apariencia
Tu trabajo como padre es decir y recordar a tu hija un millón de veces que su interior es lo que la hará llegar lejos en la vida. En casa hablamos del corazón, pero puede ser su carácter, su propio valor, su esencia.
Criar hijas en un mundo sensual no es fácil, pero ellas no tienen por qué creer que para ser bonitas deben entrar en un pantalón de talla pequeña, seguir la moda al pie de la letra o mostrar la piel para atraer las miradas.
14. No parpadees
Ahora ella te dice “papi”: disfrútalo, porque el tiempo vuela.
15. ¿Me perdonas?
Olvido cosas más de lo que me gustaría admitir. Hago lo mejor que puedo, como tú. Pero cuando cometo un error, cuando lastimo sus sentimientos, cuando mis intenciones son mejores que mis acciones, debo pedir perdón. No una disculpa simple, sino una disculpa sincera.
Sé un padre que se ponga a su nivel y que admita que no siempre hace todo bien. Ella te perdonará.
*Puedes visitar el sitio del autor original del artículo, Justin Ricklefs, en