Desde el momento en que llegaste a casa, sabía que te protegería y que viviría contigo muchas aventuras. Al pasar los años, me di cuenta de que mientras yo estaba madurando, tú aún seguías siendo un niño travieso. Con el paso del tiempo, mientras yo me interesaba en cosas de chicas, tú tomaste el camino de los videojuegos y el deporte, pero esas rutas distintas no importan, porque siempre estaré ahí para ser tu apoyo.
Estas son las algunas cosas que siempre quise decirte, hermanito:
Soy sólo tu hermana mayor
Aunque siempre voy actuar como una segunda madre para ti, sé que no lo soy. Aunque podría seguir reclamándote si dejas el asiento del inodoro levantado o dejas un desastre en la cocina. Por ello me decías con frecuencia que no era tu mamá, y ¡es cierto! Porque tú eres mi hermano pequeño y yo siempre voy a ser la segunda al mando.
Nunca hablo en serio cuando te digo que tienes que madurar
Espero que hayas tomado y sigas tomando lo mejor de tu adolescencia porque, aunque siempre me quejo de tu falta de madurez, mi deseo es que pospongas crecer tanto como puedas.
Entre más me acerco a la vida adulta más extraño mi casa, y todas las preocupaciones que no tenía viviendo con ustedes. No apresures los años que te quedan viviendo en casa. Estás haciendo bien al ser justo como eres.
Nunca le dije nada a mamá
Todos nuestros secretos siempre se quedarán como secretos. Puede que te delatara alguna vez, pero espero que sepas que nuestro vinculo de hermana-hermano protege todas las cosas privadas que compartimos. Por favor, no olvides que siempre estaré aquí para escucharte.
Lo siento
Siento las veces que nos hemos peleado, o aquellas en las que me reí de ti. También cada vez que te grité que me dejaras en paz y todas las veces que pudimos hacer cosas juntos y no lo hice. Lo siento. Deseo que nunca estemos distanciados y que podamos compartir muchos momentos de ahora en adelante.
Te perdono
Te perdono por todas las veces que destruiste mis muñecas y mis libros favoritos; por avergonzarme delante de los chicos que llevaba a casa y por todo los insultos que has usado conmigo. Pero no te perdono si dejamos de estar en contacto y me dejas de enviar tus fotos poniéndome al día de lo que haces.
Estoy orgullosa de ti
No lo digo lo suficiente, pero estoy muy orgullosa de ti, hermanito. De hecho, en algunas ocasiones me siento un poco envidiosa por las pasiones que tienes y la forma en que las persigues sin miedo. Estoy muy emocionada de ver a dónde te lleva la vida (pero no vayas a ninguna parte demasiado rápido). Sigue trabajando duro para hacer lo que amas: nadie te puede culpar por seguir tu corazón. Te amo, y siempre voy a ser tu apoyo y tu fan número uno.