Típico: después de años y años de gritar a los cuatro vientos que quieres ser independiente y vivir por tu cuenta, llega el esperado día y finalmente te vas.
Todo marcha de maravilla y en esa vorágine de nuevas experiencias y aventuras, un día descubres que estás un poco triste porque extrañas a tu mamá un poco más de lo que desearías admitir. Especialmente en momentos como estos: