Dentro de la vida de todo ser humano, la infancia debería ser de las etapas más importantes y enriquecedoras, donde todo niño y niña se dedica únicamente a observar para aprender del mundo. Así que cuando somos pequeños y se atraviesan dificultades fuera de nuestras manos, pareciera que la vida se pone en nuestra contra y las dudas sobre el bien y el mal surgen de sorpresa.
Justo así es como los niños de padres divorciados reciben la noticia de que sus padres se separan, y a pesar de que se tiene la muy mala creencia de que “los niños no entienden”, y por eso “superan” los traumas de manera más fácil que un adulto, esto realmente no es más una automentira con la que los adultos solemos engañarnos. Así como en este video, un niño con admirable inteligencia emocional, explica la cruda verdad de lo que se siente ser un hijo de padres divorciados, el cual pone a pensar a más de un padre y madre.
Queridos mamá y papá:
“Sé que están sufriendo, y yo sufro también. Siento y me alimento de su tensión y estoy impactado… Mi corazón se rompe cada vez que debo renunciar a uno de mis padres”.
“Mi sentido de la seguridad está perdido. Por favor no asuman que resisto y soy fuerte. Ni asuman que mi vida será exactamente como solía serlo antes de esto”.
https://www.youtube.com/watch?v=6xvWAhC1Ijo
“Necesito amor, atención, crianza, estabilidad, consistencia, afecto, entendimiento, paciencia; y sobre todo ser querido. Siento que ‘ganar’ entre ustedes es más importante que mi vida; quiero que sepan que sin ustedes y sin su protección, estoy sin escudos frente al mundo”.