No hay duda de que es la mejor. Resulta ser una extraña mezcla entre madre y amiga, pues te cuida y aconseja de la misma manera, pero siempre de una forma más agradable. Sabes que junto a ella puedes ser tú misma, no es necesario ocultar nada, porque te conoce perfectamente y sabe lo que piensas y hasta cómo reaccionas. Han vívido increíbles experiencias desde cumpleaños, cenas, fiestas y paseos hasta decepciones amorosas, graduaciones y más, recorriendo juntas el mismo camino durante años.
El hecho de que pasen la mayor parte de su tiempo juntas no las obliga a amarse en cada momento; quizá en algunas ocasiones sientes que no la soportas o no compartes las mismas idea, lo cual a veces provoca alguna discusión. Pero siempre regresaras buscando su apoyo incondicional y ella estará dispuesta a brindártelo dejando atrás cualquier aspereza, pues sabe que tú harías lo mismo por ella.
Creció contigo y es fuente inspiradora de tu personalidad, te ha ayudado a no cometer los mismos errores, te ha enseñado a disfrutar de la vida alejándote de las preocupaciones, comparte tus logros y caídas, te ayuda a comunicarte mejor con tus padres, dándote el beneficio de tener menos restricciones.
Ha sido tu ejemplo a seguir en cientos de ocasiones, tu motivo de admiración, tu gran orgullo al ver cómo logra sus sueños y te demuestra que tú también puedes hacerlo a pesar de los problemas.
Es tu mejor cómplice y maestra, te cubre las espaldas cuando necesitas salir a pasear, guarda tus secretos e incluso se entienden sin palabras. Te enseñó a manejar y a maquillarte, así como a cantar y bailar.
No hay nadie más leal que tu hermana mayor. Ella te apoyará, seguirá tus pasos y tal vez te molestará, pero siempre te apoyará. Las discusiones serán necesarias para aprender a conocerse, pero el amor único que existe entre ustedes siempre será impecable, duradero y fuerte hasta el final.