Una mujer estadounidense tomó la decisión de seguir a su esposo deportado hasta México, pues considera que es lo mejor para su familia, ya que ella y sus hijos lo extrañaban mucho. Ahora es una exitosa creadora de contenido (@_laguerita70) que narra en sus videos sus aventuras desde México.
Aunque comenta que el país latinoamericano la ha desafiado de distintas maneras que nunca se hubiera imaginado, no se arrepiente de su decisión, pues sus hijos están creciendo felices con sus padres juntos. Además, después de superar la prueba de adaptarse a los cambios, siente que ahora la vida les sonríe.
Pudiéramos pensar que la historia de amor de Candice y Fidel es como un cuento de hadas, pero la verdad es que han enfrentado diversos obstáculos para lograr ser la familia que ahora son. Por ejemplo, el día que se casaron, el hombre estaba detenido, ya que iba a ser deportado por estar de manera ilegal en los Estados Unidos y solo pudieron verse a través de un cristal.
Candice mencionó en una entrevista para La opinión que desde que vio a Fidel le gustó mucho, ya que le pareció muy atractivo y tenía una bella sonrisa. Después comenzaron a mandarse mensajes de texto en español, pues ella conocía un poco el idioma y también lo estudiaba en la aplicación Duolingo.
Casi al año de que se hicieron novios, Candice descubrió que estaba embarazada y se fueron a vivir juntos, pero la situación ilegal de Fidel era algo que siempre los atormentaba. Desafortunadamente, un día, su peor miedo se hizo realidad. Fidel trabaja en la construcción y una tarde que transportaba herramienta de un lugar de trabajo a otro, la policía lo detuvo junto con un compañero de trabajo.
Mi esposo no les pudo dar ninguna identificación. El policía se lo llevó detenido y contactó al Servicio de Migración y Aduanas. Fue como si todo el aire del universo me lo hubieran arrebatado. No sabía qué hacer. La policía dijo que lo detuvieron porque pensaba que estaban robando las herramientas.
La situación de Fidel no era tan simple, ya que era reincidente, pues ya lo habían deportado en otras ocasiones. Además, había sido detenido una vez por manejar bajo los efectos del alcohol y, al temer lo que le pudiera suceder, él no se presentó en la Corte. Obviamente, todo se complicó, así que al ser deportado, Candice tomó la decisión de dejar su vida cómoda en Estados Unidos para seguir a su marido hasta un pueblito de México.
Aquí todos somos como una gran familia. La gente se ayuda. Se cuidan el uno al otro. Te saludan todo el tiempo. Ya tengo mis comadres que me invitan a sus casas a comer. La familia de mi esposo son muy buenas personas, acogedores y genuinos. Y a mi esposo lo amo porque es un hombre increíblemente trabajador, un padre increíble y me ama incondicionalmente.
Candice y Fidel han demostrado que aunque la vida nos pueda presentar muchas dificultades, siempre habrá un camino para salir adelante, sobre todo cuando se mantiene una buena actitud y se comparte un amor verdadero.