Un padre es el primer amor de cualquier mujer. Nuestras expectativas del ‘hombre perfecto’ comienzan con nuestro padre. Según como él nos ha tratado, será la manera en que dejaremos que un hombre nos trate.
Mi papá ha hecho que elegir al hombre con el que pasaré el resto de mi vida sea muy difícil, pues él ha desarrollado grandes estándares. Es el tipo de hombre que yo elegiría para compartir el resto de mis días, por eso me duele pensar que no hay muchos hombres caballerosos como mi padre por ahí. En nuestra nueva cultura de citas, las expectativas de una gran relación se han ido perdiendo poco a poco. Y mi papá ha fijado un estándar muy alto para todos los hombres que conozco.
Quiero que mi futuro esposo sea como mi papá es con mi madre. Él la trata como a una reina, y a mí como a una princesa. Ha trabajado duro para construir una hermosa casa para su familia. Hasta la fecha, sigue haciendo todo lo posible para darnos la mejor vida que pudiéramos tener.
El problema es que los hombres caballerosos son como una especie en peligro de extinción. Soy una mujer independiente que no necesita tener a un hombre a su lado para salir adelante financieramente, pero mi padre me ha ofrecido lo mejor, y lo sigue haciendo. Él sigue poniéndole gasolina a mi coche de vez en cuando, y me pregunta si necesito dinero para mis gastos. Eso es lindo ¿no? Aún así no dependo de él porque sé que puedo conseguir mi propio dinero y sustentar mis propias necesidades.
Todo lo que necesito de una relación amorosa es saber que a mi lado tengo a un hombre que está dispuesto a pagar por mí. Y no lo mal entiendan. No quiero decir que quiero a alguien que me mantenga y que todo el tiempo esté pagando por mis necesidades. Creo que las relaciones son de dos, pero es lindo saber que el hombre que está a mi lado me mima, y que pase lo que pase, él estará dispuesto a apoyarme. Quiero un hombre que trabaje duro para darles una mejor vida a su mujer y a sus futuros hijos. Quiero a alguien que sea lo suficientemente bueno y que no tenga ningún problema en ayudar a los demás.
Mi padre me ha enseñado lo que significa ser desinteresada. A él siempre se le ha dificultado decirle ‘no’ a las personas que necesitan de su ayuda. Gracias a él, sé que quiero un hombre amable que este allí para mi y para ayudarme durante toda mi vida.
Mi papá es el ejemplo perfecto de una vida de gratitud. Siempre ha apreciado lo que tiene, y está agradecido por ello. Aprecia a su esposa y a su hija. En este mundo de etiquetas, es difícil apreciar a una persona por lo que realmente es.
Desde que era pequeña, él me enseñó que puedo lograr todo lo que me propongo. Debido a esta enseñanza, no sólo soy alguien: soy la mujer que quiero ser, y espero seguir siéndolo.
Mi papá es mi modelo a seguir. Es un hombre que vive una vida equilibrada. Él ora, trabaja duro, se ejercita, viaja, es bueno con todas sus relaciones, nunca ha dejado de aprender, sabe perdonar, cocina, medita, le gusta ir de pesca, y pasa tiempo con su familia.
Cuando ve una película que lo emociona, mi padre llora (me ha enseñado que un verdadero hombre no tiene miedo de mostrar sus emociones). Mi padre me dice que me ama. Por ello sé que un hombre de verdad no tiene miedo de expresar sus sentimientos.
Cuando le envió un mensaje de texto o lo llamo, él responde de inmediato. ¿Cuántos problemas en una relación son causados por falta de comunicación?
La mayoría de los papás que conozco presionan a sus hijos para que sean lo que ellos quieren. Si el papá es doctor, quieren encaminar a sus hijos a que ellos también lo sean. Quieren que sus hijos tengan un determinado tipo de trabajo, se casen a cierta edad… en pocas palabras, quieren hacer de la vida de sus hijos una copia de la propia.
En cambio, mi papá siempre me ha apoyado en lo que yo he querido: me ha ayudado a evolucionar como persona y a crear una identidad propia. Mi futuro esposo necesitar motivarme y continuar apoyándome en el viaje de vivir una vida autentica.
Mi papá me ha enseñado a no juzgar a las demás personas y a perdonar rápidamente (me enseñó que si no perdono, toda mi vida llevaré una carga que no me corresponde). Gracias a él, me he dado la oportunidad de conocer a hombres sin juzgarlos, con la esperanza de que tengamos cualidades similares que nos puedan llevar a tener una relación estable.
Yo pertenezco al mundo, y mi padre me ha enseñado principios universales para sobrevivir en él de una mejor manera. Necesito a un hombre que entienda el poder y el amor del universo. Que crea que uno puede logar todo lo que se propone en la vida. Que viva una vida de aventura y no se detenga por nada.
Gracias a mi padre, soy una persona positiva. A pesar de las dificultades para encontrar al hombre que necesito, estoy segura de que el día que aparezca en mi vida, lo amaré tanto como amo a mi padre.
Él también me ha enseñado a no conformarme con menos de lo que merezco. Me enseñó que la edad no es una barrera y que yo debo marcar el ritmo de mi propia vida.
Antes, yo tenía un novio con el cual creía que compartiría el resto de mi vida, pero un día mi padre llegó y simplemente mencionó cuatro palabras: “Tú no lo amas”. Ese día lloré mucho, porque en el fondo sabía que mi padre tenía razón. Él me conoce mejor de lo que yo me conozco.
A pesar de la importancia que tiene mi padre en mi vida, sé que el día que me case será el más feliz de mi vida porque habré elegido al hombre correcto para mí. Será un hombre increíble que merezca mi amor tanto como yo merezco el de él, y eso lo habré aprendido de mi papá.