Los abuelos sin duda son almas que alegran cada uno de nuestros días; y aunque la mayoría del tiempo quisiéramos que fueran eternos, debemos entender que ellos tienen un tiempo exacto, de otro modo: ¿cómo aprenderíamos sobre todas las cosas que nos enseñaron para enfrentar la vida?
Quizá existen momentos en los que deseamos hablar una vez más con ellos, abrazarlos y besarlos como antes, pero también tenemos que dejarlos partir. Hay tantas cosas que tenemos que agradecerles y cualquier momento es el perfecto para hacerlo. Esto es para ti abuelo: hay tantas cosas que quiero agradecerte.
Para mi abuelo:
Pensé que serías eterno, o al menos en mi mente siempre vivirás de esa manera. Nunca imaginé que llegaría el día en que tuviera que decirte adiós, sin embargo partiste de este mundo una fría tarde y desde ese momento mi universo sufrió una ruptura de la cual no puedo reponerme y quizá nunca lo haga. Te fuiste de mi lado y nada volverá a ser como antes, pero tengo que comprender que emprendiste un vuelo hacia un lugar lleno de paz, un lugar en el que por fin disfrutarás del descanso después de haber vivido tantos años.
A veces me pregunto qué habría pasado si te hubieras quedado a mi lado más tiempo. Sé que hubo momentos en los que no aproveché tu compañía ni tus enseñanzas, y ahora más que nunca me arrepiento de no haberlo hecho, pero también sé que estarás a mi lado como lo hiciste durante tantos años. Para mí siempre serás eterno.
Tal vez no puedo hablarte o tocarte como antes, pero sé que me escuchas, donde quiera que te encuentres. Sé que a pesar de la distancia aún continúas apoyándome y sintiéndote muy orgulloso de todos mis logros. Es por eso que quiero agradecerte unas cuantas cosas.
Quiero agradecerte por cada palabra y consejo, porque así demostrabas la sabiduría que habías adquirido con los años, eso sin duda es el mejor legado que pudiste dejarme. Gracias por transmitirme el amor y jovialidad que sentías por la vida, ahora sé que puedo disfrutarla a cada momento y que debo poner una sonrisa ante los problemas. Gracias por enseñarme a ser joven en el corazón. Jamás olvidaré cuando me compartías cada momento de tu vida mientras bebíamos tranquilamente una taza de chocolate.
Fuiste, eres y serás siempre el mejor abuelo de mi mundo. El que compartía conmigo cada aventura y cada travesura sin importar el castigo. Llevo grabada tu risa en cada poro de mi piel y es así como vivo cada uno de mis días, siendo siempre yo misma, divertida y aventurera, justo como tú lo eras.
Gracias a ti sé que se puede perdonar sin dañar a los demás y ese es el valor que más tengo que agradecerte. Ahora comprendo que no puedo dañar a los que me han dañado, porque el perdón te conduce a la felicidad y a la tranquilidad.
A pesar de las dificultades que alguna vez tuvimos, sé que para ti siempre fui la pequeña que te llenaba de orgullo, la niña centrada, inteligente pero al mismo tiempo llena de inocencia. Para mí fuiste mi compañero de diversión e inteligencia.
Sé que te encuentras en el mejor lugar que existe, el cielo, y desde allá continúas cuidándome a cada paso que doy. Sé que estás ahí para advertirme cuando las cosas están mal y también estás ayudándome a alcanzar mis sueños. Sé que continúas mostrándome la realidad y haciéndome entender cuando las cosas simplemente no están bien. Gracias porque sé que continúas apoyándome y que jamás dejarás de hacerlo, aún cuando no pueda verte físicamente.
Gracias por ser el mejor abuelo del mundo. Gracias por enseñarme tantas cosas. Gracias por enseñarme a reír de la vida. Gracias por ser el ser humano más noble, tierno, compresivo y cariñoso que he conocido, creo que jamás conoceré a alguien igual que tú. Gracias por darme la capacidad de sonreír al enfrentar los problemas.
Gracias por tener esa alma de niño. Gracias por dejarme disfrutar tantos años a tu lado y por hacerme disfrutar cada día a tu lado. Ahora sé que las personas que amamos nunca se alejan, que siempre son eternas en nuestro corazón si así lo deseamos, y te prometo que honraré cada enseñanza que me has dado. Gracias por haber existido. Gracias por ser mi abuelo, mi mejor amigo.
Te amo, hasta siempre.