Muchas familias tienen entre sus miembros a una enfermera y saben que vivir con ellas no siempre es sencillo. Siempre ejercerán una gran presión para que tomes las medicinas como son o que atiendas todas las indicaciones del médico.
A pesar de lo diferentes que pueden ser, todas las enfermeras tienen algunas cosas en común. Si tu mamá es una de ellas, lo más seguro es que tu crianza fue un poco diferente y haya algunas cosas acerca de ser criada por una enfermera que han hecho tu vida un tanto peculiar.
1. Le gusta su trabajo aunque sea pesado
Cuando creas que tu día no puede ir peor, pregunta a una enfermera sobre el suyo para que escuches una serie de crónicas que rayan en lo grotesco y entonces si decidas si fue un mal día.
2. Siempre jugabas a la doctora
Te encantaba la idea de jugar a la doctora con tus hermanos y amigos porque eso es en lo que querías convertirte. Armada con estetoscopio y abatelenguas, consultabas por igual muñecas, osos de peluche, tu perrito o a tus hermanos.
3. Tenías que estar muriendo para ir al hospital
O por lo menos inconsciente. Una simple fiebre alertaría a cualquier madre pero no a una enfermera. Cuando alguien se quejaba de un dolor fuerte y quería salir corriendo de inmediato a la sala de urgencias, tu mamá le advertía que más vale que se tratara de algo serio. Con ella no hay medias tintas.
4. Entiendes la jerga médica
Mientras crecías, aprendiste a distinguir un dolor de estómago de una obstrucción gástrica, y que no se encontraba simplemente “arriba”, sino en el cuadrante superior izquierdo, todo gracias a esa enciclopedia de padecimientos que tienes en casa.
5. Tienen todo el medicamento que necesitas
Sólo hay que abrir su bolsa y de inmediato tendrás acceso a una especie de dulcería en la que todo tipo de medicinas están disponibles para calmar cualquier dolor.
6. Su horario no tiene sentido
Trabajan los días más extraños de la semana y sus horarios ya están planeados con mucha anticipación. No siempre pueden asistir a todos los eventos importantes de la familia, pero puedes sentirte orgullosa de su gran sentido de la responsabilidad.
7. Usaba lo que tenía a la mano
Mientras las otras niñas sólo conocían la cinta adhesiva tradicional, tus proyectos escolares fueron hechos de material de curación como algodón, gasas, abate lenguas y banditas de todos los colores.
8. Todos tenían miedo de acercarse
Sabiendo que vienen de un ambiente en el que están en contacto con pacientes con todo tipo de padecimientos, cuando llegan a casa es inevitable que no se lancen a sus brazos hasta que hayan tomado una ducha. Ni hablar.
9. Las cosas en el hogar tienen un sustituto
Si de pronto no encuentran las tijeras no importa, siempre habrá unas tijeras para vendas que bien pueden servir. Si había que pegar algo con cinta adhesiva y se terminó, para eso existe la cinta quirúrgica. Las enfermeras están acostumbradas a resolver problemas de manera rápida y efectiva.
10. Nada te da asco
Como buena hija enfermera, cuando alguien te cuenta una historia que a cualquier otra persona le parecería grotesca, simplemente no te sorprende. Después de años de escuchar lo que ella hace a diario, tu estómago se volvió el más tolerante.