El mayor propósito que tiene el ser humano en esta vida es el de ser feliz, pero quizá muy pocas veces sabes cómo llegar a esta meta pues te dejas agobiar por situaciones adversas en vez de tomarlas como un impulso para mejorar. Te pones trabas mentales.
Es común pensar que la felicidad se trata de un resultado que debes obtener, pero debes saber que también es un camino. Aunque a veces las situaciones del día a día contribuyan a tu desánimo, hay ciertas acciones que puedes poner en marcha para mejorar no solo tu humor sino también tu actitud frente a la vida.
1. Suena cursi, pero… elige siempre una sonrisa
Probablemente parecerá un paso muy obvio y hasta sencillo, pero cuando te sumes en la tristeza y la preocupación tu mente trabaja a mil por hora pensando solamente en todo aquello que no tienes o todo lo que ha salido mal en tu vida.
Por imposible que parezca, debes darte cuenta de que la vida es una sola y es demasiado corta como para que te sientes a esperar a que esa nube negra encima de ti se disipe por sí sola y un rayo de felicidad te ilumine. Lo primero que debes hacer es proponerte estar mejor.
2. Reconoce las emociones positivas en el momento
Dice aquella frase que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos y aunque muchas veces es utilizada para referirse a personas, la verdad es que aplica para todas las situaciones de tu vida. Quizás estás acostumbrada a darle importancia solamente a los grandes momentos de felicidad, esos que son muy obvios; pero debes entrenar a tu mente para que no deje escapar los pequeños momentos de alegría a lo largo del día.
No te dejes agobiar por el exceso de pasado ni el exceso de futuro que solo te provocan arrepentimiento y preocupación. Vive el presente.
3. Déjate llevar por el flow
El flow se refiere al estado mental en el que te sumes cuando estás haciendo una actividad que te gusta y estás tan concentrada en ello que pierdes la noción del tiempo. Este es el punto de equilibrio entre realizar una actividad para obtener cierto resultado y el hecho de disfrutar el camino sin preocuparte tanto.
Procura la felicidad al no preocuparte del cómo, más bien entiende que se trata de una sensación que debes disfrutar con calma.
4. Cuida el ambiente en el que estás
El ambiente en el que te desarrollas tienen un impacto directo en tu sentir y ya sea que te encuentres en el trabajo, en la escuela, en el hogar o conviviendo con tu grupo de amigos, si sientes que estás en un ambiente inseguro y hostil no podrás cubrir las necesidades básicas que todo ser humano tiene: amor y pertenencia.
Esto te aleja de la felicidad pues estarás todo el tiempo preocupada simplemente pensando en que te sientes incómoda e insegura.
5. Ponte en contacto con la naturaleza
Seguramente has notado que cuando sales de vacaciones a acampar o a nadar en la playa, tu estado de ánimo mejora muchísimo y no solo eso sino que por ese momento todas tus preocupaciones desaparecen como por arte de magia. Vivir cerca de espacios verdes o tener contacto con la naturaleza mejora la salud mental.
Además, está comprobado que pasar tiempo al aire libre y exponerte a la luz solar te ayuda a absorber mejor la vitamina D, cuya deficiencia está relacionada a un mayor nivel de depresión.
6. Cuida tu cuerpo
Hacer ejercicio no solo mejora tu condición física sino que también promueve la felicidad al liberar endorfinas, sustancia que mejoran tu estado de ánimo y te da euforia, combatiendo la depresión y el estrés.
Si no tienes el hábito de hacer ejercicio puedes empezar con rutinas cortas. Otra gran opción es salir y dar una vuelta al parque; mientras que si eres una persona que hace ejercicio regularmente, puedes intentar con un deporte nuevo, clases de baile o yoga.
7. Haz algo bueno por alguien
No me dejarás mentir: cuando cometes un error o cuando alguien te hace algo malo (con o sin intención) lo recuerdas por el resto del día. Pues lo mismo pasa con las buenas acciones. Hay estudios que demuestran que ayudar a los demás aumenta tu satisfacción al darte un sentido.
Con esto no solamente estarás cambiando tu propia mentalidad de una manera positiva sino que aportarás un granito de arena en el estado de ánimo de los demás.
8. Aprende nuevas cosas
Si cuando tratas de pensar en la última vez que aprendiste algo nuevo y no puedes recordar nada, es hora de salir de tu zona de confort. El aprendizaje te hace bien pues te expone a nuevas ideas y mantiene tu mente alerta. También ayuda a aumentar tu confianza al hacerte sentir que logras las metas que te propones.
Cuando hablamos de aprender, no nos referimos necesariamente a cosas grandes, puede ser alguna palabra en otro idioma, técnicas de primeros auxilios o una receta de cocina. El chiste es mantenerte motivada.
9. Recuerda algo y sonríe
Cuando recuerdas algo agradable o gracioso no puedes evitar reírte, ¿cierto? Tus pensamientos definen tu estado de ánimo del momento y hasta de tu día, pues una sonrisa comienza un ciclo de retroalimentación positiva que refuerza tu alegría.
No importa si te sientes decaída y no tienes ganas de pensar en momentos agradables, haz un esfuerzo y verás cómo esa nube negra encima de tu cabeza va desapareciendo poco a poco. Cultiva pensamientos positivos.
10. Cuida tus relaciones
Resulta bastante común que cuando entras en modo rutina, ya sea a causa de las obligaciones con los hijos, el trabajo o la escuela, te olvides de tus amigos ya que, como tu cerebro está totalmente centrado en las responsabilidades, te parece imposible darte un break. ¡Gran error!
Las relaciones son fundamentales para tu felicidad pues te proporcionan amor y autoestima; no te conformes con las conversaciones en Whatsapp o Facebook. Lo más saludable es que te tomes un descanso de tus obligaciones para ver a tus amigos.