Atrás quedaron los días en los que veíamos a hombres guapos luciendo un rostro afeitado y suave: este es el año de las barbas. Más que una opción, la barba se ha convertido en los últimos años en el sello distintivo de algunos hombres que han devuelto esa imagen ruda y varonil al prototipo masculino.
Larga, al margen, totalmente delineada o con un aire de descuido, este complemento, más allá de una tendencia, es sin duda una de las razones por las que siempre diremos: barbones del mundo, ¡no se mueran nunca!