Una mujer fuerte no es aquella que guarda sus sentimientos o que tiene una apariencia fría; no es la que parece inalcanzable o la que abraza sus logros para ella misma; una mujer fuerte es valiente para enfrentar los retos que la vida le pone enfrente, es sabia al momento de elegir a quién le entregará todo el amor de su corazón; sabe perfectamente que no necesita de un hombre a su lado para crecer y obtener sus propias cosas, que las caídas son duras pero siempre hay que volver a levantarse.
Una mujer fuerte merece a alguien que la ame, no por cómo luce o la manera en la que viste; no necesita más escándalos en su vida, toxicidad o inmadureces, sino alguien que la escuche, la proteja y la apoye para salir a pelear el día a día. Una mujer fuerte ha derramado un mar entero de lágrimas por alguien, o algunos, que no supieron valorarla, que la vieron como un modo de lograr lo que esperaban: economía, posición o el placer de un rato.
Una mujer fuerte ya no está para más juegos, ni para un hombre al que le gane la calentura de una noche; ya no quiere celos, reclamos ni reproches; no necesita más disgustos en su vida. Una mujer fuerte ya no quiere ser segunda opción de nadie, sabe que merece ser prioridad y tener un amor que le sume, no que le reste.
Una mujer fuerte no pierde su esencia, no se deja cambiar con nadie porque antes ya lo hizo y comprendió que no sirve esconder lo que es; camina erguida, no por soberbia, sino porque sabe lo que tiene y se acepta tal como es: con lo bueno, con lo malo y con lo que hay que mejorar de inmediato.
Una mujer fuerte no volverá a entregar su corazón a cualquiera, entendió que es mejor estar sola que vivir atormentada. Una mujer fuerte necesita un compañero que sostenga su mano y no la suelte cuando todo se vuelve complicado; ocupa a una persona emocionalmente inteligente: respetuosa, empática y que acepte sus virtudes y defectos.
Una mujer fuerte no quiere a un hombre que le aplauda todo el tiempo, quiere a alguien que le diga cuando se está equivocando; desea estabilidad y paz en su vida, volver a casa después de un largo día y reposar al lado de su amado.
Una mujer fuerte quiere a alguien que esté en las buenas, en las malas y en las peores a su lado, que enfrente los miedos y convierta los tropiezos en oportunidades para crecer. Quiere a alguien que tenga la capacidad de dar y recibir amor, que sea su mejor amigo y nunca le pague con traición; una mujer fuerte sabe que una relación no es de quien domina más, sino de quien está dispuesto a caminar a la par.