¿Te estresa, te enoja, te frustra que lo que haces no está bien para muchas personas? No te desgastes física y emocionalmente por eso y, sobre todo, deja de rumiar esos pensamientos basados en los gustos o en lo que digan los demás. Sí, como seres humanos nos gusta caerle bien a las personas y generalmente tenemos puesto el chip de querer ser aceptados por amigos, familia, compañeros de trabajo, etcétera, porque por alguna razón hemos creído y crecido con la idea de que hay que ser más homogéneos en nuestro vestir, pensar, decir y en todo lo que en algún momento pueda ser característica del rebaño y, si no lo hacemos así, somos tachadas de egoístas y para algunas ese punto en contra puede ser un poco traumático.
Lo malo es que aunque nos entreguemos en cuerpo y alma y queramos embonar, resulta que nuestra autoestima está en juego, incluso los ideales que vamos construyendo pueden verse afectados porque habrá personas que se aprovecharán de nuestra buena onda, y es que todas tenemos una persona en nuestras vidas que no sabe decir que “no” o, tal vez, tú eres esa persona y ese “sí” es un reflejo casi imposible de controlar, y aunque sabemos que estamos siendo manipuladas se torna complicado tratar de zafarse y eso acarrea ira, frustración, tristeza, depresión. Pero ¿cómo evitar caer en situaciones que resultarán autodestructivas?
No somos monedita de oro
No quieras cumplir cada exigencia que tu familia, pareja, amigos, jefes esperan. Mucho de lo que hagas, digas o seas no será recompensado como crees o esperas, no todos son recíprocos o aprecian nuestros esfuerzos. Lo único que ganarás si no sales de esta situación es crear escenarios catastróficos por no hacer o decir lo que se espera; te sobrecargarás con pensamientos obsesivos y negativos tratando de alcanzar la perfección. Todas queremos ser multitask, pero cada vez que asumimos más exigencias de las que podemos manejar, nos desgastamos y se toca fondo cuando perdemos el control y caemos en depresión. Dejemos de creer y de esperar la aprobación ajena, eso no nos valida como personas, ¡YA LO SOMOS!
Lo que hagas, que te haga feliz
Puedes no tener gracia para contar chistes o cero de talento para bailar, cocinar, escribir, lo que importa es que seas TÚ; no pierdas la esencia que te caracteriza, deja de lado la complacencia y sea lo que hagas, que te haga feliz. Encuéntrale el lado positivo a las cosas, levántate todos los días con una mejor actitud, considera que para las situaciones difíciles siempre hay solución y cuando te sientas en una encrucijada o con algo por resolver piensa: “¿cuál es el problema?”, eso te ayudará a hacer como una lluvia de ideas, te aclarará la mente y realmente llegarás a entender que el problema es más pequeño de lo que parece.
Aprende a decir NO
De vez en cuando no nos cae mal toparnos con quien nos que dice sí a todo, pero para no ser nosotros esa persona debemos considerar que no somos monedita de oro, que queremos ser felices y que primero somos nosotros, luego nosotros y después nosotros. Reencuéntrate con tus ilusiones, tus pasiones, con aquello que te hace ser tú; cuando lo hagas, podrás atreverte a decir “sí” sin culpa y “no” sin miedo.