Eres una mujer llena de luz y oscuridad, tu alma es un laberinto que solo tú conoces y al que pocos pueden entrar, pero no porque así lo desees sino porque algunos no saben cómo salir. Hubo una época en tu vida en la que te preguntabas: “¿Es normal estar sola? ¿Que nadie me ame?”. Pero más tarde te diste cuenta de algo importante y fue cuando descubriste el poder de tu magia y por qué ningún hombre se atrevía a acercarse.
Eres más fuerte de lo que aparentas, tu inteligencia muchas veces rebasa la de otras personas y amas tu libertad más que a nada en el mundo. Te fascina crear cosas nuevas, llenar tu vida de color, cambiar cuando lo necesitas y vestir como se te antoja. Además, amas reír a carcajadas, sin razón aparente y te enamoran las almas libres.
Te gusta disfrutar de la vida como pocos saben hacerlo, porque puedes expresar tu felicidad y tristeza sin dificultad alguna. Demuestras tu enojo cuando es necesario, ya que de eso se trata ser libre. Sin embargo, extrañamente, las mujeres libres son a las que más temen esos “hombres que montan a caballo y van en busca de la torre más alta para rescatar a la princesa”, pues saben que es casi imposible apagar su magia y cortar sus alas.
Cuando encuentras un compañero con el que tu energía se mimetice, sabes que bailarás sobre las nubes, las estrellas siempre adornarán las noches y sabrás que es posible sentir el momento justo en que ambas almas se tocan y se funden como una forma diferente de lo que suelen llamar amor.
Mientras tanto, tu alma es un laberinto en el que las sombras carcomen la luz por las noches y a pesar de todos esos rincones que quizá no conoces, te sientes libre de descubrir, crear y amar, así como capaz de entregar todo a la persona correcta, a aquel que se atreva a conocerte y que pueda cargar con tu libertad porque estás segura de que es mejor volar sola que encerrarte en una jaula por mendigar amor.
Porque no estás dispuesta a apagar tu fuego, dejar tus sueños y olvidar tus pasiones por convertirte en alguien a quien no reconocerás cuando llegue la noche. Sabes que si tu corazón tiene magia, quien te acompañe en tu viaje amará verdaderamente esa pasión desmedida por tu libertad impetuosa.