La maternidad es un deseo y no un obligación, y esto es algo de lo que cada vez más mujeres están consientes. Sin embargo, aun en estos días hay personas que se asustan ante quienes se atreven a romper estos esquemas y condicionamientos sociales. Es casi imposible escapar de todas estas imágenes que glorifican la maternidad como si fuera la única opción.
Ver a una mujer cuidar y alimentar a un bebé es uno de los espectáculos más bellos de la vida, y el mundo es un mejor lugar gracias a las mujeres de gran corazón que toman la maternidad en serio. Pero también existe el otro tipo de mujeres, en que no quiere ser madre. Como Hanna Blum, una ejecutiva de 39 años originaria de California, quien en una entrevista para el portal Upworthy comentó sus puntos de vista sobre el tema.
No quiere provocar lástima
Hanna es una mujer que ha elegido no tener hijos y vive feliz con esa decisión. Sin embargo sigue encontrando personas que sienten cierta pena por ella, como pasó un día que fue a alquilar una película.
“Después de una breve charla con el chico que estaba frente a mi en la línea, le dije que no tenía hijos. Estaba impactado que una mujer como yo no tuviera niños y me miró con compasión mientras me decía ‘lo siento’. El hecho es que yo no deseo tener hijos”.
El que no quiera tener hijos no significa que odie a los niños
Hanna creció en una familia de seis hijos y cuando tenía 15 cuidaba a unas gemelas de dos años y a su hermano de tres. Era un trabajo que ella amaba. “Los bañaba, les cantaba, leía para ellos y los besaba. Era muy divertido”. Incluso hoy, Hanna disfruta mucho pasar tiempo con los pequeños de sus amigas. En otras palabras, ama a los niños pero no los quiere con ella todo el tiempo.
No desear hijos no implica que sea egoísta
Es muy fácil que las personas la etiqueten como egoísta, porque ser un buen padre significa poner las necesidades de tus hijos antes que las tuyas, ¿verdad? Hanna no piensa igual.
“Soy la amiga que va a tu casa a medianoche porque tu novio terminó contigo. También trabajo como voluntaria muchas horas a la semana limpiando basura del mar, trabajando en albergues y recaudando fondos para encontrar una cura para el cáncer. No creo que eso sea egoísmo”.
¿No deberíamos celebrar a quienes no quieren ser padres?
Ser padre es duro, y todos lo saben. Las mamás y los papás merecen todo el crédito del mundo por llevar a cabo esa importante y desafiante tarea. Pero si una persona siente que no quiere tener hijos, ¿no deberíamos estar orgullosos de que lo tienen claro antes de tratar de tener un bebé? Piénsalo.