El tema de la infidelidad está presente en cada pareja, y esto no quiere decir que todas las personas engañen sino que en algún momento de nuestra vida todos hemos pensado en alguien más. Quizá creas que esto no pasa en aquellas relaciones que admiras porque ante todo el mundo se muestran amorosos y sonrientes.
Pues es tiempo de desmentir ese mito porque hasta en las relaciones felices puede darse la infidelidad, ya que al final del día somos seres humanos imperfectos y podemos ser provocados por la tentación. También debes tener en cuenta que la traición no un tema de blancos y negros, sino que tiene una gran cantidad de grises y no todas las personas que engañan lo hacen con la intención de dañar.
Cuando escuchamos hablar sobre este asunto, inmediatamente asumimos que la relación ya estaba mal o que la persona que cometió el error es malvada y no tiene corazón. Pero la realidad es un poco diferente de lo que te imaginas.
1. La adrenalina de hacer algo prohibido
Una de las razones más extrañas e incomprendidas es que la adrenalina que da hacer algo tabú lleva a ciertas personas al engaño. Muchos adolescentes sienten satisfacción al romper las reglas y al llegar a la adultez los límites de lo prohibido los hacen sentirse jóvenes.
2. Buscan novedad en sus vidas
Hay veces en las que el aburrimiento lleva a las personas a cometer acciones que normalmente no harían pues la monotonía los hace sentirse estancados. Esto no solamente sucede en la cama sino en cualquier aspecto de la relación, por ejemplo, al frecuentar los mismos lugares de siempre, a las mismas personas y ya no soportar la rutina diaria: despertar, irse a trabajar, llegar a casa, ver televisión y dormir. Necesitan encontrar la chispa que los haga sentirse vivos y plenos.
3. Curiosidad sobre lo que hay más allá
Esto sucede mayormente cuando las personas, antes de explorar sus posibilidades, se adentran en una relación formal incluso desde muy jóvenes. En algún momento de sus vidas se ponen a pensar que tal vez se apresuraron y ni siquiera tuvieron la oportunidad de averiguar sus gustos, por lo que la infidelidad les proporciona la salida para descubrir gente con la que son compatibles.
4. Explorar emociones contenidas e ignoradas
En algunas ocasiones la infidelidad tiene más que ver con las emociones que con cualquier otra cosa. Cuando la persona siente que no puede hablar de sus sentimientos con su pareja busca alguien con quien suplir esta necesidad de empatía y desahogo.
5. No están seguros de haber encontrado a la persona indicada
La idea del “alma gemela” está tan arraigada en la sociedad y tanto el cine como la literatura nos han inculcado aquello de “la pareja perfecta”; entonces, la más pequeña imperfección es razón suficiente para creer que no vale la pena o que ese no es nuestro lugar.
6. Creen que estar con alguien no es amarlo
Uno de los problemas más grandes es cuando la persona cree firmemente que intimar con alguien en la cama no es engañar pues se trata de una necesidad meramente física que nada tiene que ver con los sentimientos, y mucho menos con el del amor, cuando la realidad es que son actos que muy difícilmente pueden permanecer separados.
7. El impulso les gana
Decir “no” es algo que se les dificulta a algunas personas pues no tienen autocontrol y cuando se les presenta la oportunidad de estar con alguien más la toman sin reparos. Esto pasa principalmente cuando se tienen unas copas encima, incluso aunque se crea que el amor hacia la pareja será suficiente para negar la tentación.
8. Fueron criados en un ambiente infiel
Algo innegable es que el ambiente en el que crecemos tiene un gran impacto en el desarrollo de nuestra personalidad y moralidad. Generalmente la gente que engaña tiene un pobre sentido de lo moral en cuanto a engaño se refiere, pues ellos mismos han sido testigos de los problemas familiares causados por la traición.
Aunque las razones para caer en la infidelidad son muchas, lo mejor es ser sinceras, no solo con nuestra pareja sino con nosotras mismas. Si ya no eres feliz con tu relación, si quieres estar con otras personas, si tu pareja no te escucha ni te entiende o si sientes que la monotonía se ha apoderado de tu vida, lo mejor es que te des un tiempo para pensar en lo que realmente quieres.