Un perro es importante para la persona que decide tenerlo, pues es un compañero fiel con el que se comparte desde un paseo por el parque hasta una noche de películas; la conexión es tanta en algunos casos que, en gran parte de estos, se pone por encima al animal que a cualquiera otra relación humana.
Un estudio realizado por la empresa Wag! comprobó esta teoría, ya que quienes tienen a un can afirmaron que “estarían dispuestos a romper una relación amorosa o no involucrarse con una persona” que no sienta afecto por su amigo de cuatro patas. El porcentaje de quienes estarían dispuestos a romper la relación es alto: el 86 por ciento tomaría la decisión porque su perro es más importante que cualquier situación amorosa, algo que Wag! afirma “no es una sorpresa”:
No nos sorprende en Wag! que los ‘padres’ de un perro les den una gran importancia a las ‘opiniones de sus mascotas’ sobre otros humanos, y que esto juega un factor decisivo en sus vidas amorosas.
La investigación indica también que cuatro de cada cinco dueños de perros se fijan en la reacción de su mascota al momento en que le presentan a esa persona especial: si el animal mueve la cola y se muestra cariñoso, el candidato o la candidata pasan la prueba; si la reacción es negativa -con ladridos e inclusive alguna mordida-, la mayoría toma la decisión de no seguir involucrando en su vida a quien su mascota no aceptó desde el primer momento.
Otro punto a destacar es que tres de cada 10 dueños de perros aseguraron haber usado a sus mascotas para tener la atención de otra persona, mientras que el 84 por ciento manifestó que sus perros les ayudaron a generar un interés amoroso en otra persona gracias a la ternura o acercamiento de sus animales.
Por su parte, la Universidad de Azabu (Japón) demostró que “la conexión entre un perro y su dueño es tan fuerte como la que existe entre padres e hijos”. Para comprobar esta teoría, se estudió a 30 perros y sus dueños, a quienes instalaron durante 30 minutos en una habitación. Los científicos se dieron cuenta de que el contacto visual entre el can y su dueño generó altos niveles de la conocida hormona del amor:
La oxitocina no solo genera vínculos afectivos entre los humanos, sino también entre otras especies, concretamente, los perros. Cuando perro y dueño se miran, ambos muestran un aumento de la oxitocina.