En la película Shrek, él mismo se describe como una cebolla (“las cebollas tienen capas; los ogros tienen capas”), haciendo referencia a su deseo por estar solo y apartado de los demás personajes de la historia. Realmente tenía miedo de ser lastimado otra vez, pues antes lo habían ofendido.
Cuando terminamos una relación amorosa, comenzamos a creer que hemos perdido nuestro tiempo, invirtiéndolo en alguien que no nos supo valorar. Muchas personas comienzan a encerrarse en un caparazón y no permiten que nadie entre de nuevo a su vida y van poniendo capas encima.
Lamentablemente, quienes lo han padecido se alejan tanto de los demás que se vuelven fríos e indiferentes a los sentimientos ajenos, renunciando a conocer a una persona que pueda brindarles todo el amor que la otra no supo dar. En ese momento son ellos los que están perdiendo.
Para nuestra fortuna, la neurociencia se ha dedicado a estudiar este comportamiento de los seres humanos, revelando información que nos puede ayudar a entender el amor. Tenemos que aceptar que nuestro organismo no está listo para la pérdida, por eso resulta tan difícil alejarse de alguien a quien se ama y en ocasiones el dolor supera e inmoviliza a las personas por un tiempo, envolviéndolas en un aura de sufrimiento.
Está en nuestra naturaleza construir lazos con otras personas, nuestro cuerpo está programado genéticamente para hacernos sentir más seguros y estables al mantener contacto con otros. Por eso nuestra especie ha sobrevivido. Nuestro cerebro reacciona inmediatamente a cualquier pérdida o separación, encendiendo una alarma.
Afrontar una separación es algo muy complejo. Desde el punto de vista neurológico se comienzan a liberar hormonas del estrés que son comúnmente denominadas corazón roto, afectando de alguna manera las emociones y la psique de la persona en cuestión.
Entre los sentimientos que afloran durante la pérdida se encuentran la falta de energía, un dolor tremendo y se pierden las ganas de vivir. De pronto acaban las esperanzas y sientes un tremendo vacío y crees que nunca vas a encontrar a alguien igual que te haga sentir lo mismo. Lo importante es que sepas que no es un dolor eterno, todo pasa y con el tiempo tienes que recuperar las ganas de continuar; debes afrontar la pérdida y tomarlo como un mal recuerdo.
Los seres humanos estamos llenos de cicatrices y es imposible ocultarlas cuando estás a punto de comenzar otra relación; sin embargo, la forma en que hayas superado el pasado es lo que dará pauta para que esta vez sea diferente. Si viviste una traición y sientes que no eres capaz de volver a enamorarte, sabes que tu forma de ver las cosas ha cambiado, y no hay vuelta atrás.
Muchos realmente crean muros gélidos e impenetrables para que nadie pueda traspasarlos, todo con la intención de no volver a sufrir o ser decepcionados. Sin embargo, esta defensa lo que realmente causa es una destrucción interna gradual.
Haber entregado todo lo que teníamos no es motivo de arrepentimiento, al contrario, son ganancias pues ahora tú sabes que eres digna de respeto y mereces exactamente lo que entregas, por eso es importante sanar las heridas y buscar a una pareja que esté dispuesta a la reciprocidad.
Superar una ruptura difiere de acuerdo con el sexo. Para las mujeres, al principio parece que sufrirán eternamente y no podrán recuperarse, pero tienen mejores habilidades para regenerar su mundo emocional, lo que hace que lo superen más fácil. Por el contrario, los varones actúan como si no les importara, se enfrascan en sus trabajos o responsabilidades sin darse cuenta de que han guardado el dolor en un globo que en algún momento va reventar. Pueden tardar meses, incluso años para superar la pérdida, evitando buscar apoyo o afrontar los hechos.
De cualquier manera, no importa el género ni los motivos por los cuales se terminó la relación, lo importante es entender que no existen los fracasos sentimentales, solo son lecciones que tenemos que aprender y no debemos cerrarnos a las posibilidades. Debemos dejar el pasado en su lugar y entender que todos estamos en busca de alguien que nos complemente, no importa las veces que no funcione, siempre existirá alguien que esté dispuesto a darte todo lo que realmente mereces.