¿Cuántas veces te has dicho a ti misma que no crees en el amor por culpa de esas experiencias negativas que te han pasado, esos desengaños y desilusiones que te han hecho olvidar que esa palabra existe? Tal vez no lo creas, tal vez lo niegues y te burles de aquellos que ves en la calle tomados de la mano y piensas que de cualquier forma su idilio va a terminar.
Pero también, cuántas veces has deseado que sea realidad, que algún día fortuito, el destino te lleve a cruzarte en el camino de una persona que te llenará de alegría y cariño. Siempre esperando que seas tú a quien le lleven flores o que la inviten a cenar en San Valentín.
¿Acaso ya no existe el amor o fue un invento de nuestros antepasados para perpetuar la especie en un intento por asegurarse que los hijos pertenecieran a un mismo varón? ¿Tal vez es un efecto que se da por la reacción de nuestro cuerpo al encontrarse con alguien que libera nuestra dopamina, oxitocina y serotonina?
Quizá es algo más, algo tan fuerte que permite que una persona se comprometa en realidad con alguien, que le dedique su vida y se entregue al cien por ciento. Es el ingrediente perfecto para escribir las mejores poesías, para componer épicas canciones, es el elemento que mueve al mundo. ¿Que sería de nosotros sin el amor?
Pero entonces, ¿qué es lo que ocurre en la actualidad que muchas personas optan por evadir el tema y se concentran en realizar otro tipo de actividades? ¿Acaso el ser humano ha perdido la capacidad de amar y comprometerse? Hemos llegado al punto en el que evadimos los sentimientos dejando que nuestro cerebro se concentre en otras actividades y dejando de lado aquello que nuestro corazón nos pide.
Optamos por no tener responsabilidades y solamente vivir en el momento, mientras todo resulta perfecto, porque cuando comienzan los problemas, la gente corre para ver quién es el primero que salta del barco. Ya no queremos batallar o hacer sacrificios para lograr que las relaciones sean perdurables, ahora tenemos la opción de buscar a alguien más que nos comprenda mejor. ¿Pero qué tal si esa otra persona no existe y solo nos autoengañamos para dejar de sufrir?
Vivimos un momento de crisis económica, el dinero no es suficiente para que una persona decida comenzar el vuelo de la mano de su pareja, muchos carecen de lo suficiente para iniciar su propio proyecto de vida y se van quedando rezagados. Tenemos tanto miedo de fallar, de que nada resulte como lo planeamos, que nos envolvemos en la más oscura soledad.
Por difícil que nos parezca, lo único que nos ayudará a encontrar el camino es el amor, el afecto que recibamos de las personas que nos aman, tener una pareja puede resultar algo complicado, pero es lo que realmente necesitamos. El amor no es nada sencillo de encontrar, a veces se esconde tras las nubes, pero si somos valientes, quizá algún día encontremos eso que nos hace falta, y ese extraño vacío que llevamos por dentro se llenará.
A veces debemos empezar por amarnos a nosotros mismos, para después dejar que llegue alguien que nos complemente. El amor requiere de esfuerzo y trabajo, pero si somos conscientes de qué es lo que queremos, cuando llegue, no lo dejaremos escapar. Es el momento de enfrentar el miedo y la próxima vez que se presente una oportunidad, no debemos permitir que se escape.