Tu pareja te llena de amor, cuidados, abrazos y apapachos; es tu cómplice de aventuras y tu respaldo cuando los días no son tan buenos. Pero también puede ser un factor importante para aliviar tu estrés, según lo dice un estudio realizado por la Universidad de Columbia Británica, Canadá. La investigación detalla: “percibir el olor de la persona amada ayuda a disminuir los niveles de cortisol (hormona del estrés)”, algo que produce un efecto calmante ante las situaciones de preocupación extrema.
Quienes realizaron el estudio analizaron a 96 parejas: a los hombres les pidieron que usaran una camiseta durante 24 horas sin aplicar desodorante o perfume que pudiera alterar el olor natural del cuerpo. Luego de esto la prenda fue entregada a sus parejas junto con otras dos camisetas: una sin uso y otra que había sido utilizada por un extraño.
Las mujeres redujeron sus niveles de estrés al oler la playera de sus parejas y presentaron niveles de cortisol elevado cuando olfatearon la prenda de los varones desconocidos; a decir de los investigadores “es posible que un olor masculino extraño desencadene la respuesta de lucha o huida, incluso sin que nos demos cuenta”.
Los realizadores del análisis mencionaron que el experimento se hizo con mujeres porque son más susceptibles a los olores, pero los hombres podrían tener una reacción similar:
He visto hombres que huelen el cabello de su pareja cuando están parados detrás de ellas, así que tal vez solo tienen comportamientos ligeramente diferentes que están logrando básicamente lo mismo.
Mark Kristal, neurólogo de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos), sostiene que la atracción entre los seres humanos inicia con el olfato:
En los humanos, las parejas se escogen en términos de bases sensoriales, tanto auditivas como visuales y olfativas. En este sentido, las olfativas son las que primero se notan, aunque la persona crea que no puede oler a la otra y todo fue visual.
Una razón por la que el olfato es poderoso se debe a que las feromonas -hormonas relacionadas con la atracción y el placer- se detectan fácilmente por la nariz:
Las hormonas son imperceptibles, posiblemente ni siquiera tienen un olor, pero llegan a nuestro cerebro por el sistema olfativo. Se activan principalmente en atracción sexual, miedo, alarma, territorio y sentido de pertenencia.