Parece que fue ayer aquel día en que nos encontramos. Creía haber encontrado al hombre, ¿y qué crees?, ahora sé que me equivoqué. Ahora me doy cuenta que había encontrado al niño, que me había topado con la inmadurez.
Estoy cansada de ser la encargada del jardín infantil, me cansé de los juegos sinfín, del niño que no sabía lo que quería, me cansé de tener que demostrarle lo que valía.
Ahora quiero un hombre de verdad. No busco el hombre perfecto, he dejado de creer en los cuentos de hadas, hoy busco un hombre real porque sé perfectamente lo que puedo dar y por eso sé también lo que puedo pedir.
Porque un hombre de verdad es lo suficientemente seguro de sí mismo como para saber lo que desea. Por supuesto que tiene miedos, pero los enfrenta. Un hombre de verdad es sensible y valora sus sentimientos, los trabaja, los expresa… un hombre de verdad dice lo que piensa porque comprende que la comunicación es fundamental para una relación.
Un hombre de verdad sabe reconocer cuando tiene enfrente a la persona correcta, porque sabe lo que quiere y no anda por ahí probando para ver lo que consigue.
Un hombre de verdad sabe que amar un persona no significa dejar de ser independiente y su independencia tampoco es un obstáculo para decirte cuánto te ama y te valora porque comprende lo afortunado que es de estar contigo. Un hombre de verdad quiere hacerte sentir especial.
Un hombre de verdad sabe que no tienes un poder mágico para adivinar lo que estas pensando, así que lo dice aunque pueda sonar repetitivo, prefiere prevenir que lamentar, pero piensa las cosas dos veces antes de decirlas porque conoce el poder de palabra, porque sabe que el coraje de un momento a veces traiciona y que con la ira a veces decimos cosas que no pensamos de verdad.
Un hombre de verdad no sale con alguien sólo por salir, sabe que hay pocas mujeres que valen la penas y es selectivo en su elección. Es lo suficientemente maduro como para aceptar un compromiso y comprende lo que tener sexo significa e implica. Prefiere sonreír largas horas con esa persona que tener unos minutos de placer, es respetuoso, caballero y nunca hará nada con lo que no estés de acuerdo.
Un hombre de verdad es un hombre de acción, ese que demuestra con pequeños detalles, con una sonrisa, con una mirada lo que vale para el una persona. Un hombre de verdad te hará sentir especial sin que eso signifique que te suba a un pedestal.
Un hombre de verdad sabe que lo es, sabe de prioridades y te antepone como tal porque sabe lo que realmente importa en la vida. Un hombre de verdad no se preocupa por tener un auto último modelo porque sabe que esos detalles no definen a una persona.
Además es alguien con quien puedes hablar de cualquier tema y que sabes que incluso sabrá escucharte en las crisis existenciales.
Un hombre de verdad no buscará ponerte celosa porque entiende que la confianza es la base de una relación, sabe que una mala jugada podría costarle perderte y no es lo que está buscando.
Un hombre de verdad no dañaría a una mujer, menos aún a la mujer que ama. Un hombre de verdad querrá ser el primero en muchas experiencias, como en hacerte sentir lo que es el amor verdadero; quiere estrenarte en el romance y hacerte sentir eso que nunca haz sentido, quiere conocer hasta el último centímetro de ti.