Por increíble que parezca, aún en estos días persiste en muchos lugares y culturas la idea de que los hombres no deben expresar cómo se sienten porque eso los hace ver vulnerables. Pero hay quienes no lo ven como una debilidad y comparten sin problemas sus sentimientos y opiniones.
A través de los años nos hemos dado cuenta de que para que cualquier tipo de relación, especialmente la de pareja, uno de los aspectos fundamentales para que se mantenga sana y sea duradera es precisamente mantener una buena comunicación, porque a partir de ahí se derivan otros aspectos esenciales como la confianza y la seguridad entre dos personas.
Pocas emociones se comparan con tener al lado a una persona que además de gustarte físicamente, sea honesta contigo y se abra por completo, sin máscaras ni palabras entre líneas. Saber que alguien confía tanto en ti como para decir abiertamente lo que espera de la relación, lo que piensa de lo que haces y lo que cree que necesitas escuchar para despertar, por duro que sea.
Una persona que dice la verdad se convierte en alguien confiable y con quien es muy fácil imaginar un futuro, porque sabes que cada vez que habla lo hace con honestidad, desde el corazón. Cuando te vea decaída o triste, será empático porque para expresar las emociones se necesita estar en contacto con ellas, y te hará saber que siempre podrás contar con él.
Un hombre que habla con la verdad es un compañero que está en las buenas y en las malas; no es sólo una pareja sino también el mejor amigo que puedas tener y es la mejor prueba de que la sinceridad entre los dos es la mejor aliada para sacar lo mejor de cada uno. Sólo entre dos personas que abren su corazón puede despertar el amor.