No puedo decir que nadie me advirtió de lo que eras capaz. Sabía desde el inicio que lo nuestro era casi imposible, aun así me enamoré de tus ojos tristes y tus palabras que en aquel momento sonaban justo a lo que necesitaba escuchar. Pero la verdad es que muchos estuvieron en contra de que te diera mi corazón en bandeja de plata.
Sin embargo, pensé que lo peor que podía hacer era escuchar a otros sin crear mi propia versión de ti. No podía juzgarte sin antes darnos la oportunidad de conocernos. Y caí, en verdad creí en lo que decías. Hasta hoy no sé si era verdad o si lo inventaste para debilitarme, pero puedo asegurarte que me hiciste muy feliz.
Hoy comprendo que no debí hacer caso omiso a los consejos de mis amigos, porque ahora solo quedan cenizas de mí. No puedo reconocer a la mujer que se refleja en el espejo, llena de miedos e inseguridades, una persona con resentimientos, celos y tristeza.
Yo solía estar repleta de vida, sueños y esperanza, todo lo que hacía era para crecer y ser mejor, cada día era un reto que me acercaba a mis metas y que había superado con éxito. Mi sonrisa era mi característica más distintiva y las personas deseaban estar a mi alrededor. No había nada que me detuviera.
Hasta el capítulo en el que tú entraste en las páginas de mi vida. Me arrancaste sin contemplación la felicidad para llenar mis días de drama y lágrimas; me culpaste por hacerte sentir miserable, a pesar de haber luchado contra mí misma para cumplir cada uno de tus deseos.
¿Dónde quedó la mujer llena de colores? Soy una sombra gris que deambula por la ciudad en busca de su propia alma. Pero a pesar de la carga que llevo sobre mis hombros he tomado una decisión: te tienes que ir.
Quizás al principio sufra del síndrome de abstinencia y padezca por conseguir otra dosis de ti. Pero es necesario que encuentre el sol de nuevo y recupere las fuerzas, porque ahora sé que jamás me vas a salvar, me has dejado hundir en un mar de dolor y la única persona capaz de ayudarme soy yo. He decidido recuperar el camino de la cordura y acabar con este terrible episodio.
Es momento de escribir nuevas aventuras, de brillar como nunca y de esculpir la sonrisa que alguien destruyó. Sé perfectamente que soy capaz de volver a comenzar, de gozar de todo lo que un día dejé y de encontrar de nuevo la ilusión. Y para poder lograrlo vas a salir de mi vida para siempre, porque he decidido ser mejor de lo que soy en este momento, porque sé que puedo, porque sé que lo merezco.