Al principio puede ser muy divertido: se distrae más fácilmente que Dory de Buscando a Nemo, parece que no puede estar en paz y sus olvidos a veces son adorables. Pero la realidad es que ser pareja de alguien con TDA o trastorno de déficit de atención no es fácil; es como estar en una montaña rusa todo el tiempo.
Son personas que se caracterizan por una baja tolerancia a la frustración, cambios de conducta notables, aburrimiento, emociones a flor de piel e hiperactividad, aunque también tiene cualidades y características geniales que podrás disfrutar una vez que entiendas cómo piensan y sienten.
1. Tienen una mente activa
Simplemente su cerebro no se detiene nunca. El botón de encendido/apagado no existe. Una vez que lo tengas presente, las cosas serán un poco más fáciles.
2. Escuchan pero no retienen lo que se les dice
Una persona con TDA te mira con atención, escucha cada una de tus palabras y hasta asiente con la cabeza conforme conversan, pero a los 5 minutos le perdiste. Su cuerpo está frente a ti pero su mente vaga en cosas como tus labios moviéndose, un cabello fuera de lugar o las llaves que olvidaron en casa…
3. Se les dificulta concentrarse en una tarea
En lugar de mantener la atención en lo que hacen, las personas con TDA se detendrán a observar los colores, la textura de la pared, el insecto que vuela fuera de la ventana, la gotera de la llave del lavabo… Todo los distrae fácilmente.
4. Se vuelven ansiosos con mucha facilidad
Como pensadores profundos que son, son sensibles a lo que pasa a su alrededor, y sobre-analizan las cosas todo el tempo. Un lugar muy concurrido y ruidoso puede ser un verdadero infierno para ellos y si ven un segmento del noticiero en el que hablen del último bombardeo en un país lejano, los pone en tensión previa al fin del mundo.
5. No pueden concentrarse cuando están agitados o emocionales
No pueden pensar en nada más si hay algún tema que les preocupa o si están molestos. En circunstancias como estas, es casi imposible para ellos trabajar o sostener una conversación fluida.
6. Se concentran con mucha intensidad
Cuando las puertas de su mente se encuentran abiertas, se sumergen como un buzo lo haría en la profundidad del océano, y alcanzan un nivel de concentración mucho mayor que el promedio de las personas.
7. No son capaces de regular sus emociones
Para una persona con TDA, su emociones son salvajes, fuera de proporción y no pueden ser contenidas. Los cables enredados de sus brillantes mentes hacen que los sentimientos y pensamientos sean difíciles de procesar y necesitan más tiempo para poner sus sistemas en funcionamiento de forma adecuada.
8. Tienen dificultades para detener una tarea una vez que comienzan
En ese océano profundo pueden estar por horas; incluso si están a punto de quedarse sin oxígeno no saldrán por aire hasta que quede el mínimo si están disfrutando el momento.
9. Tienen arrebatos verbales
Como sus emociones son intensas y difíciles de regular, es muy común que les gane el impulso y digan lo que piensen en el momento, aunque después se arrepientan. Es muy difícil que ‘editen’ antes de hablar.
10. Tienen ansiedad social
Al saberse diferentes, por lo general se sienten incómodos en situaciones sociales, porque temen decir algo fuera de lugar, ser considerados tontos o reaccionar exageradamente.
11. Son profundamente intuitivos
Uno de los aspectos positivos para quienes tienen TDA es su extrema sensibilidad, que los lleva a ver más allá de las apariencias. Esto hace que muchos de ellos se desarrollen como creativos, inventores, músicos, escritores y artistas en general.
12. Piensan más allá de lo establecido
Debido a que su manera de pensar es diferente, en la abstracción de su mente encuentran soluciones poco tradicionales a problemas que alguien con pensamiento más concreto no puede ver.
13. Son impacientes e inquietos
Todo es aquí y ahora con ellos, de manera inmediata. Son de las personas que mientras esperan juegan con el cabello, golpean el suelo con los pies o revisan su teléfono una y otra vez. Necesitan estar en movimiento todo el tiempo porque eso los calma.
14. Son muy sensibles físicamente
Cierto tipo de plumas son mas ‘duras’ que otras para escribir, algunas telas les causan alergia mientras a otras personas no, el colchón es muy blando, la comida tiene otra textura… El ejemplo perfecto del cuento de la Princesa y el frijol.
15. Son desorganizados
En su habitación es común encontrar aquí y allá pilas de papeles, libros y todo tipo de objetos pues es su método preferido de organización. Una vez que el desorden es mucho, se sienten sobrecogidos y deciden comenzar a limpiar. Las personas con TDA tienen que ser cuidadosos para no convertirse en acumuladores y vivir en el desorden total, una tarea por demás difícil porque su cerebro no funciona de modo ordenado.
16. Necesitan espacio para moverse
El movimiento los calma y les da claridad de pensamiento, por eso es frecuente verlos de un lado para otro cuando platican frente a frente o hablan con alguien por teléfono.
17. Tienen problemas para recordar cosas simples
Algo tan sencillo como sacar la basura a cierta hora, comprar la comida del día siguiente o recordar una cita, puede ser un problema. No importa cuantos recordatorios dejes, o que les llenes de papelitos el escritorio o el espejo: su mente siempre estará en otra parte. Por otra parte, recordarán cada frase, comentarios o números de teléfono que escucharon durante el día.
18. Hacen muchas cosas al mismo tiempo
Debido a la contante actividad en sus mentes, una vez que terminan una tarea, están listos para avanzar a la siguiente sin haber terminado la anterior, y mientras más cosas hagan a la vez, mejor.
19. Se les dificulta elegir
Tomar decisiones o realizar tareas a tiempo, por simples que sean, es toda una lucha, y no se debe a que sean flojos o irresponsables, sino porque en su mente hay un mundo de posibilidades y es un problema elegir una.
20. Les apasiona todo lo que hacen
Todo lo que pasa por su mente es vibrante: pensamientos, sensaciones, palabras. Cuando éstos son canalizados en forma adecuada es genial porque ponen corazón y alma en cada cosa que realizan. Son intensos, perceptivos y profundos, y eso los hace adorables.