Todas conocemos al menos una de esas historias donde la “pareja perfecta” termina su relación y a todos sus conocidos nos toma por sorpresa. Y es que son precisamente “esas parejitas” en las que todos los demás, con y sin pareja, depositamos nuestra fe respecto a que el amor aún existe; por eso, cuando terminan esta clase de relaciones acabamos tan desmotivadas que pensamos que los finales felices no son posibles.
No obstante, la respuesta siempre está en nosotros mismos; una relación es como un objeto valioso al cual se le atesora y cuida día con día. Es por eso que queremos compartir contigo estas situaciones que definitivamente matan la felicidad de una relación sana. ¡No te dejes caer en estos errores!
1. Constantemente mencionar “tú siempre…”
Cada vez que reafirmamos esos pequeños detalles que nos molestan pero sabemos que no están en nuestras manos; decir “es que tú siempre estás trabajando” es básicamente acusar algo de tu pareja como un “mal hábito” que no es intencional y hace que la otra persona lo relacione como un error. Molestarse usando este tipo de tono, en lugar de mejorar la relación, únicamente hace que tu pareja se aleje de ti.
2. No compartir tus emociones
En la relación dejamos de compartir nuestras emociones, en base a que en el pasado hemos sido ignorados cuando lo hacíamos; es decir, cuando ignoras las emociones de la otra persona haces que se pierda el interés de compartirlas en un futuro. Lamentablemente estos pequeños pasos que alejan a nuestra pareja terminan siendo irreversibles si no se mantiene viva la empatía.
3. Dejar de ser puntual
Con el tiempo parecería que la monotonía nos vuelve personas descuidadas, y tomamos por sentado que “tenemos a alguien” y “somos de alguien”, pero pequeños detalles como la impuntualidad demuestran descortesía y falta de respeto hacia la persona que se supone más amamos. Por otro lado, simplemente piensa que ningún hombre o mujer se enamora más cada día de alguien que le hace perder el tiempo.
4. Olvidar ser un poco celoso con la pareja
Aunque los celos siempre son un tema difícil entre pareja, debemos reconocer que la mayor parte del tiempo dejamos de celar a quien amamos por creer ciegamente que siempre seremos nosotras las dueñas de su corazón. Sin embargo, una relación estable y feliz se mantiene nutrida a base de constantes cuidados y atenciones.
5. Ignorar argumentos de la otra persona
Cuando comienzas a ignorar un argumento en el que tu pareja insiste, y dejas todo como cosas que ya “son del pasado”, te olvidas de escuchar algo importante y a lo que deberías ponerle atención si no quieres arrepentirte después. Esos argumentos sin resolver tenderán a regresar, así que no queda más que darle su debida atención lo antes posible.
6. Sólo pensar en ti
Simplemente no ponerte en lo zapatos de tu pareja por sólo un segundo y antes de comenzar discusiones que lleven la frase “yo nunca”. No olvides que no eres uno, sino el complemento del otro.
7. Iniciar un comentario con críticas
Todos tenemos opiniones, y siempre llegará un momento en el que es necesario compartir todo eso; sin embargo, cuando comenzamos a dejar nuestra amabilidad de lado, e iniciamos cada comentario con una crítica no constructiva solamente provocamos inicios de conflictos en lugar de propuestas para mejorar algo. Elegir cuidadosamente nuestras palabras nos ayuda a crecer en solitario y en pareja.
8. Ponerse a la defensiva
Las actitudes que más intensifican un conflicto son aquellas que siempre van a la defensiva, ya que en lugar de ayudar a aliviar un problema, lleva entre sus comentarios mucho rechazo a la otra persona. Esto sólo hace demostrar que no estamos tomando responsabilidad de la parte que nos toca como pareja.
9. Evadir temas
Por más cansada que pueda ser la respuesta, tu parte dentro de una relación sana siempre será contestar todo con la verdad, por mucho que ésta pueda ser aburrida o causa de molestia en tu pareja. A pesar de todo, hombres y mujeres sabemos que no hay solución más justa que responder a todo sin evasivas.
10. Hacer desprecios hacia tu pareja
Todo tipo de desprecio es peligroso entre una pareja, ya que siempre transmitirá disgusto, un sentimiento del cual nadie disfruta ser el culpable. Cosas como corregirse el uno al otro en público o burlarse son sólo síntomas de una relación abusiva.
11. No valorar los buenos momentos
Irte a la cama sin agradecer a la vida por todo lo bueno que vives con tu pareja es algo que deberías dejar de hacer. Agradece y valora todo lo bueno que la otra persona te ha brindado, sin importar qué tan tormentoso haya sido “un día malo”; es más sano dar gracias porque siempre habrán más días buenos.
12. Contemplar el problema y no involucrarte
Cuando sabes que tu pareja está molesta por una situación que le está afectando y no hacer ni el menor intento por involucrarte para ayudar en algo es, sin duda, de las cosas más hirientes que le puedes hacer a la persona que te ama. Sin importar el problema que pase esa persona, tu deber como pareja es siempre estar ahí para ella.
13. Ser muy dura contigo misma
Deja de ser tan dura contigo misma y todo lo que te sucede en la vida; ten la confianza que mantenerte en paz con tus emociones y pensamientos, pues cuando más comienzas a torturarte psicológicamente, más te comienzas a alejar de la persona que eres, y de la cual tu pareja se enamoró. No olvides verte en el espejo como ves a tu pareja: alguien valioso y amado.
14. No darse permiso mutuo de estar enojados
Es un sencillo detalle que olvidamos permitirnos incluso a nosotras mismas; así como te permites hacer un berrinche sola, debes aceptar que tu pareja también siente y también se molesta de vez en cuando. La mayor parte de las veces podrían ser cosas ajenas a ti, por lo que lo más recomendable es darse permiso de hacer una pequeña rabieta sin ser juzgados,
15. Dejar de hacer planes a futuro
Dejar de marcar fechas en el calendario es crear un espacio vacío dentro de los planes a futuro, el cual tendrá más probabilidades de llenarse de dudas o preguntas como “¿a dónde va esta relación?”. Piensa que los planes a corto, mediano y largo plazo son los que guían a una pareja que vive una relación saludable y enriquecedora.