Cuando se inicia una relación de pareja, es casi imposible determinar el tiempo exacto que va a durar, o si será o no la persona que estará a tu lado por el resto de vida. Y, aunque al principio crean que son el uno para el otro, conforme pasa el tiempo y los problemas surjan, se darán cuenta que no siempre las cosas son como creían.
Para que tu relación no esté destinada al fracaso, existen ciertas cosas que debes erradicar de tu vida amorosa:
1. Deja de espiar
Así es. Tienes que dejar de fisgonear donde no debes. La inseguridad matará una relación más rápido que cualquier otra cosa. No leas su correo electrónico, no revises su teléfono móvil, deja de mirar las fotos a las que les da like en Instagram y Facebook, no revises su cartera ni sus papeles, diario, libretas. Si no es tuyo, hay una regla muy simple que debes seguir: déjalo ahí.
La inseguridad genera inseguridad
Si estás en una relación, entonces confía en la persona con la que estás. Si crees que sólo te está lastimando o si no confías en él, pregúntate si lo estás castigando por lo que alguien más hizo. Lo único que debes buscar son los motivos para permanecer a su lado y confiar en él.
Deja de espiarlo. No es sano y eso sólo creará más desconfianza.
2. Deja de ser celosa
Él está contigo, ¿cierto? Si le haces todo género de preguntas cada vez que quiere ir a tomar unos tragos con sus amigos o ir a comer con un compañero de trabajo, sólo vas a apagar cualquier tipo de comunicación significativa que él tenga contigo.
Digamos que una amiga suya acaba de terminar con su novio y le pide que la acompañe a comer. De seguro ya estás pensando que ella prepara el territorio y es una oportunista, y quizá hasta planeas pasar por el lugar a ver que todo esté en orden. ¿Crees que de verdad él va a confiar en ti si teme que puedas aparecerte y hacer una escena? ¡NO!
En serio, cálmate
Mantén tus inseguridades controladas. Si eres celosa, intenta esto: Acepta que eres celosa, y explica el porqué. Te sorprenderá lo bien que la comunicación trabaja en una relación.
3. Deja de tratar sus peleas como si fueran una guerra. Ten cuidado cuando discuten.
Nunca, entiéndelo bien, nunca traiciones su intimidad en una lucha por un interés personal. Tú conoces sus debilidades; sabes secretos que nadie más conoce. Cuando surge una pelea, es muy fácil quedar atrapada en la ira y decir cosas que no se quieren decir debido al calor del momento, y eso no está bien.
Trata de entender el por qué de la discusión. Trata de entenderlo a él. Juntos luchen contra el problema.
Ustedes conocen las vulnerabilidades del otro
Tú tienes el poder de hacerle daño a tu pareja. No lo utilices. Es una enorme violación a la confianza, y causará un daño que no se podrá reparar.
4. Deja de sacar peleas pasadas y viejas heridas
¿Crees que recordar lo que te dijo hace tres meses cuando estaba enojado, va a resolver lo que está pasando en este momento? No, no lo hará. ¿Y si le dices que todavía estás enojada por lo exageradamente tarde que llegaron a la cena de cumpleaños de tu abuelo el año pasado, solucionará el problema? No, no lo hará.
Aferrarte a lo que te dice cuando está enojado, o lo que ha hecho que te molesta para después poder utilizarlo en futuras peleas, no sólo es poco saludable: es altamente tóxico para su relación.
No abran heridas del pasado. Dejen ir las cosas, y ya, con el compromiso de dejar los errores del pasado atrás.
5. Deja de hacer amenazas y poner ultimátums sólo para controlar sus acciones
Participar en una especie de terrorismo emocional nunca es buena idea. No trates a tu pareja como un rehén, con amenazas de ruptura, de divorcio, lanzando todos sus objetos personales a la calle, amenazándolo con suicidarte o peor aún, con matarlo, diciéndole a todas sus amistades en común lo malvado que es contigo, o cualquier otra cosa semejante.
Simplemente no lo hagas. Y si él lo hace contigo: ¡ALÉJATE!
6. Deja de ventilar sus problemas en redes sociales
Realmente no hay necesidad de poner indirectas en Twitter como: “Algunas personas deberían aprender a bloquear sus teléfonos” o dejar alguna actualización de estado pasivo-agresiva de cómo el amor duele y lo injusta que es la vida, o lo que sea.
Todo el mundo sabe de quién estás hablando, incluso tu pareja sabe que está hablando de él. Entonces, si tienes alguna queja, dícela a él.
Deja de publicar tus problemas. Mejor gasta tu energía en demostrarle a esa persona cuánto le amas (si de verdad lo haces).
7. Deja de pensar que una persona es todo lo que necesitas
Es una idea maravillosa. Es muy romántico, hermoso, poético, pero si fuera cierto, sería completamente desastroso.
Las parejas deben tener cuidado para no ahogarse entre sí o en el otro. Fundamentar toda tu felicidad en otra persona no es sólo poco realista, es peligroso e injusto. Esa es una enorme carga para una sola persona. Lo más sano es tener intereses externos y vidas separadas. Tú no tienes que amar las mismas cosas que él ama, ni viceversa. ¿Por qué tendrían que hacerlo? Se puede apreciar el amor de alguien por algo sin tener que ser particípe.
Si bien es importante tener intereses y pasiones en común, no tienen que hacer cada cosa juntos. Tú eras una persona completa, y tienes que seguir siéndolo: por eso él se enamoró de ti.