En una relación es fácil de caer en la rutina, y no estoy diciendo que haya algo mal con la rutina. Es realmente encantador estar con alguien que te hace sentir que puedes ir por la vida segura y sin preocuparte por nada. Pero hay que tener cuidado en el amor, porque a veces se puede confundir estar cómoda con estar feliz.
Con demasiada frecuencia nos encontramos en relaciones a largas que no nos excitan. Nos quedamos porque estamos aterrorizadas de buscar una nueva alternativa; porque no tenemos la energía para empezar de nuevo.
Nuestras rutinas diarias nos hacen sentir complacidas y satisfechas, y cuando finalmente nos damos cuenta de lo que está pasando, ya es demasiado tarde. Después de meses, años, e incluso décadas, te despiertas al lado de tu pareja y ni siquiera sabes cómo es que terminaron allí. Aunque las diferencias entre ser feliz y estar cómoda pueden ser leves, son muy reales.
1. Ser feliz significa ‘sentir mariposas’; estar cómoda significa sentir complacencia
Cuando eres feliz, estás en un estado de euforia constante. Y “euforia” no significa una dicha romántica poco realista. Sólo significa que tu estómago da vueltas cada vez que ves a tu pareja. Hay una chispa y un entusiasmo que nunca se viene abajo, y eso lo que te mantiene feliz.
Cuando te sientes cómoda, vas con el momento. No cuestionas y no te ves afectada por la presencia de tu pareja. No eres precisamente infeliz, pero no eres realmente feliz tampoco. Existes junto a una pareja. Pero si simplemente ‘existes’ durante demasiado tiempo, te encontrarás vacía.
2. Ser feliz significa ser incapaz de no imaginar una vida junto a tu pareja; estar cómoda significa que no te importa
Cuando eres realmente feliz, no te puedes imaginar tu vida sin esa otra persona. Te rompe en mil pedazos el siquiera considerarlo. Si tu pareja se fuera, tu vida se desmoronaría.
Tu sabes que eres fuerte y capaz de ser independiente. Pero no soportas la idea de pensar en que otra persona pueda tocarte. Quizá no estés segura de muchas cosas, pero estás segura acerca de esto. Y es un maravilloso –aunque algo atemorizante– sentimiento.
Sentirte cómoda significa que realmente no quieres hacer un esfuerzo. Todo suena demasiado agotador: ¿Por qué buscar a otra persona cuando estás contenta con el equilibrio? ¿Por qué buscar cuando tienes una opción perfectamente aceptable frente a ti? Tu motivación para permanecer en una relación no es por todo lo que sientes, se debe a que no quieres intentar con nadie más.
3. Ser feliz significa sentirte segura; estar cómoda es una sensación ambivalente
Cuando tú eres realmente feliz, te sientes segura. No hay ningún lugar en el que prefieras estar que en los brazos de la persona que amas. No puedes tener suficiente de la piel de tu pareja. Es abrumador y hermoso sentirte de esa manera. Es como estar envuelto en una manta caliente mientras todas tus preocupaciones se desvanecen.
Cuando te sientes cómoda ese sentimiento de seguridad es similar al del aburrimiento. No te intoxica. Todo es homogéneo aunque haya satisfacción. La comodidad no es acogedora, es insípida.
4. Ser feliz significa tener conversaciones inacabables; sentirte cómoda significa negociar más que conversar
Puedes encontrar la felicidad en horas de conversación. La felicidad significa ser capaz de ser tú misma: tonta, ridícula y absurda con tu pareja, porque es estar con tu mejor amigo. Nunca te quedarás sin cosas de qué hablar. Incluso cuando están acostados leyendo, escribiendo o sólo relajándose, se sienten felices.
Por otro lado, sentirte cómoda significa dar lo suficiente de tu tiempo para mantener la cosas estables. Tú no llamas a tu pareja porque quieres, sino porque es necesario para comprobar que no te está engañando (en el peor escenario). No llegas a casa muriendo por sentir el tacto de tu pareja: lo besas porque es parte de la escena para mantener la mentira del compromiso.
5. Ser feliz significa estar dispuesta a crecer; estar cómoda significa falta de voluntad para cambiar
Ser feliz significa que quieres ser tu mejor yo. Quieres crecer con tu pareja. Quieres ser todo lo que él o ella se merece. La felicidad significa ampliar los límites. Significa querer aumentar la alegría con tu pareja por cualquier medio posible. Cuando eres feliz, ves más posibilidades.
Ser cómoda significa estar en una relación que no es exigente, con alguien que no te empuja a ser otra cosa que tú misma. La relación no expande tus horizontes; refuerza los viejos. Tú estas con él porque te sientes bien, no porque te sientas (o él se sienta) desafiante.
6. Ser feliz significa vivir; estar cómoda es ver como tu vida pasa
Si estás realmente feliz, estás tomando la vida en tus manos. Estás viviendo al máximo, porque cada día se siente como una aventura. Puedes abrazar la emoción porque estás enamorada y cuando eso pasa, parece que el amor lo hace todo posible. Tu mundo vibra con mil colores y sientes que puedes hacer cualquier cosa.
Cuando te sientes cómoda, estás dejando que el mundo pase. Realmente no vives la vida, porque estás viviendo dentro de una burbuja vacía. No te involucras en la felicidad o el éxito de tu pareja, sólo estas contenta de tener a alguien cerca.
7. Ser feliz es hacer realmente el amor; estar cómoda es sólo dejarte llevar
El sexo en una relación feliz es realmente increíble. Los orgasmos son más intensos y más satisfactorios que estando en una relación sin amor. El sexo se vuelve una conexión más grande que dos personas físicamente juntas: es sentir dos almas cerca. Y posiblemente lo están. No es sólo sexo; es verdaderamente “hacer el amor”, y tu pareja es la única persona con la que deseas hacerlo.
Por otro lado, cuando estás cómoda sólo tienes sexo de una manera rápida y eficiente. Es una carrera hasta el orgasmo. Se trata nada más que de una satisfacción física. No eres apasionada, intensa o surrealista. Es bueno tener a alguien con quien tener relaciones, pero éstas no se vuelven una experiencia estremecedora. Es sólo algo para satisfacerte.
8. Ser feliz es sentir miedo; estar cómoda es fácil
Ser feliz es darle a alguien todo tu corazón. Tú estas irremediablemente sujetada por la mano de tu pareja, te guste o no. Esto es emocionante y estimulante, pero da un miedo terrible. Es aterrador sentirte tan vulnerable con otro ser humano. Pero también se siente abrumador ser feliz.
No puedes dejar de preguntarte qué has hecho para merecerlo. Eres híper-consciente de lo que se siente perder todo. Ya sabes lo malo que sería, y tu vida nunca podría ser tan buena otra vez.
Sentirte cómoda no puede ser estresante. Vivir sin una verdadera felicidad significa tener todo resuelto. Significa no permitirte experimentar los más bellos niveles de la existencia humana. Ser feliz puede ser arriesgado, pero para ti es mejor no arriesgar nada, y por lo tanto, no vives realmente.