Cuando tenía 18 años, conocí a un chico que cambió mi vida. Él abrió mis ojos a una parte del mundo –y a una parte de mi vida– que no sabía que existía. Esa fue la primera vez que me enamoré, y fue el amor más profundo que he tenido. La intensidad con la que lo sentí, no creí que fuera posible; honestamente, yo no sabía que una persona pudiera sentirse tan increíblemente feliz y terriblemente desgraciada al mismo tiempo porque la relación, por algún motivo, no puede ser.
Encontrar a la persona adecuada, con la que quieres pasar el resto de tu vida, es maravilloso. Sin embargo, la triste verdad es que esa persona no siempre llega en el momento adecuado. Y eso hace toda la diferencia.
Nadie puede garantizarnos que NO nos toparemos con la persona correcta en el tiempo equivocado. Puede pasar. Yo soy la prueba viviente. Y entiendo que estés pensando que tú conociste a la persona correcta, la persona que amas, y las cosas funcionan.
Lo vemos en todas las películas. El chico conoce a la chica, se enamoran y viven felices para siempre. ¡Mentiras! ¡Qué maravilloso sería si el mundo fuera tan simple!
En realidad los humanos somos emocionalmente complicados y porque somos emocionalmente complicados, hacemos las situaciones complicadas. Aún si encontraste a la persona correcta, si tú no eres la persona correcta, la relación llegará a su fin. Las relaciones nos sólo fracasan porque la persona con la que estás resulta ser la equivocada; también fallan cuando tú no eres la persona que tienes que ser. Y si aún no eres capaz de estar en una relación amorosa, entonces los dos están condenados. Lo más probable es que ‘revientes’ emocionalmente a la persona que amas.
Incluso cuando ambas personas se aman, si uno de los dos está en un punto en la vida donde él o ella NO pueden ser una pareja amorosa y devota, la relación no va a funcionar bien. ¡Hay tantas formas de que la relación falle, que resulta increíble que no estemos solos!
Mucha gente va a poner excusas de por qué no encuentran un lugar en su vida, pero eso NO es bueno para una relación sana. Algunos argumentarán que necesitan concentrarse en sus carreras, que todavía quieren explorar la vida y pasar más tiempo a solas antes de asentarse; otros incluso se convencen a sí mismos de que el amor que han sentido durante tanto tiempo no es el amor verdadero. Todas son excusas que cubren la verdad.
La verdad es que sí puedes admitir ante ti mismo, ante ti misma, que no eres capaz de amar, no de la manera en la que otra persona necesita ser amada. Y entonces conformarte con un tipo de amor que no tiene nada qué ver con uno apasionado, colmado de atención y apoyo, pleno, profundo y desinteresado, como humanamente sea posible.
Cuando encuentras a la persona adecuada, entregas una parte de ti mismo. Renuncias a ciertas cosas, haces sacrificios y compromisos con el fin de dárselos a otra persona. Entregas también una buena parte de tu vida, tus sueños, tus pensamientos y tu futuro.
Por eso es tan difícil admitir que debes renunciar a amar a una persona cuando sabes que no puedes ser la persona que él o ella merece tener a su lado.
¿Qué haces cuando te encuentras a la persona adecuada, pero no puedes amarla como él o ella merece ser amado? Si no estás dispuesto a hacer sacrificios, entonces sólo hay una cosa que puedes hacer: deja que esa persona se vaya.
Dejar ir a una persona que amas es la decisión más difícil que puedas tomar en tu vida.
No he visto ni he hablado con ese chico que conocí hace casi una década, pero todavía sé que una parte de mí siempre va amarlo. Y está bien. Está bien por que es una parte de mi vida. Es una experiencia de aprendizaje como ninguna otra. Algunos se enamoran de la persona adecuada para, después, encontrarla en el momento adecuado.
Sólo espero que tengas la fuerza para seguir adelante, para no renunciar a ti misma o a ti mismo. Es posible que hayas tenido que renunciar a tu relación con esa persona, pero puedes encontrar el amor de nuevo.
Tienes que creer que puedes, que es posible encontrar otra persona adecuada y que ocurra en el momento correcto. Le ha sucedido a muchos y le pasará a muchos más. Tienes que creer que va a suceder para ti.
El amor es el único propósito por el que vale la pena vivir.