¿Cuántas veces últimamente has pasado un viernes por la noche haciendo cosas más interesantes que ver una serie completa en Netflix? ¿Cuándo fue la última vez que saliste a cenar con un chico que te gustaba? Muchos estamos perdiendo el interés por conocer nuevas amistades. Ahora dependemos de un teléfono celular, de la repartición de “me gusta” en las redes sociales y de conversaciones sin sentido. Hoy a eso le llamamos “comunicación”.
Yo me pregunto: ¿Por qué no empezamos a tener citas de nuevo? ¿Ésas que solíamos escuchar que tenían nuestros padres o abuelos, donde un hombre, caballerosamente, buscaba la forma de hablar con la chica que le gustaba? ¿Ésas donde todo se volvía romántico y era el comienzo de una historia de amor? Esto es lo que explica Eileen Curran, escritora de The Odyssey online, acerca de por qué las nuevas generaciones están perdiendo el interés en las citas.
Nuestra generación está fastidiada cuando se trata de volver a tener citas románticas. Ahora cuando un chico dice que pasará a buscarte a las 7:00 la hora verdadera de llegada se convierte en las 7:15 y, después del retraso, te envía un mensaje de texto que dice: “Ya estoy aquí” en lugar de caminar como un caballero hacia la puerta y preguntar por ti.
Las redes sociales se han convertido en las formas más aceptables de coqueteo. Un “me gusta” y un mensaje en Instagram son la forma más común para demostrar un cumplido.
Parece que nadie está realmente interesado en salir. Todo el mundo está “hablando” por Facebook. Nadie quiere el compromiso de una relación real, pero tampoco quieren estar solos. Un hombre no le pedirá una cita real a la chica con la que mantiene conversaciones virtuales, pero cuando ve que otro chico es su mejor amigo en Snapchat, se asusta. Y las chicas no quieren comprometerse ese mismo chico, pero se enojarán cuando vean que le gustan fotos de otras chicas en Instagram.
Creo que hay que traer de vuelta las citas reales. Queremos escuchar de nuevo el real y honesto: “Pasaré por ti a las 7 de la tarde”. ¿Por qué no preguntarle a una chica si quiere ir a tomar un café? Entiendo, da miedo. Pero tenemos que lidiar con el miedo a ser rechazados. También hay posibilidades de que sea muy incómodo, pero honestamente, hay peores cosas en la vida. Claro que podría decir que no, pero no es el fin del mundo. Y sabrás que al menos lo intentaste.
Por otra parte, vamos a imaginar que te dice que sí. Tienes que ir a la cita y te sientes muy torpe. En primer lugar, toma una honda y profunda respiración. Una vez más, este no es el fin del mundo. Trata de bromear y ríe de sus chistes. Hablen sin parar sobre las cosas que les gustan. Las primeras citas se supone que son torpes. Y si es realmente irreparable, al menos lo intentaste. Lo hiciste mejor que el resto, encerrados en casa conversando en Snapchat con la persona que “les gusta”.
No estoy diciendo que todos tengamos que salir a pedirle a las personas una cita, pero no tenemos nada que perder. Tampoco digo que las citas tienen que ser extravagantes y meticulosamente planeadas. Lo que estoy diciendo, en realidad, es que debes arriesgarte. Si tú piensas que tu compañera de clase o de trabajo es linda, pídele que salgan a tomar un café algún día. En lugar de vivir enamorado de una chica de Instagram, sal con personas reales.
Hagan algo divertido y espontáneo. No te preocupes si es torpe. Y deja de preocuparte por los “me gusta” de sus mejores amigos en Instagram o Facebook. La vida es demasiado corta. Además, nunca se sabe qué va a pasar. ¿Quién sabe si esa cita podría ser el comienzo de una hermosa relación?