Un día dejarás de adivinar. No te preguntarás si debes llamarlo o si le gustará la ropa que compraste; dejarás de preguntarte por cada paso que quieras dar. En vez de eso, simplemente serás tú.
Un día encontrarás a un hombre que te entienda. Le encantará la manera en que te muerdes el labio cuando estás pensando o cuando te robas las cobijas; simplemente te besará en la frente y te las robará de vuelta.
Un día encontrarás a un hombre que encuentre entrañable todo lo que haces, no importa lo tonto, frustrante, gracioso o francamente extraño que pueda ser. Amará todas las pequeñas cosas que te rodean, porque te hacen ser tú. No, él no te idolatrará o pensará que eres perfecta; verá quien eres y por eso te aceptará, con todo tu equipaje, tus faltas, tus éxitos y tus hábitos.
Un día encontrarás a un hombre que aprecie tus peculiaridades; no le importará que apagues la alarma una y otra vez o que te comas esa última rebanada de pastel. No cuestionará tus decisiones o te pedirá que actúes diferente; dejará en claro que él está contigo y no irá a ninguna parte.
Un día conocerás a un hombre, y todo tendrá sentido. Te sentirás más ligera, feliz y amada, porque cuando te mire, sabrás que está mirando tu corazón, más allá de tus imperfecciones. No sentirás que necesitas ser diferente de lo que eres; te reirás más, respirarás más profundo, te sentirás libre de maneras que ningún otro hombre te ha hecho sentir antes y te ayudará a ver que eres hermosa, fuerte y amada.
Un día conocerás a un hombre y él te amará por ser tú; así que por favor espera por él, porque este es el amor que mereces.