Bien dicen que el amor toca a tu puerta cuando menos lo esperas. Así le ocurrió a Elyse Hibbs, una enfermera de 25 años, que se enamoró de un recluso mientras trabajaba en la prisión privada HM en Bridgend, Gales, Reino Unido, y ahora enfrenta las consecuencias de su inapropiada conducta.
Hibbs trabajó en la prisión categoría B desde septiembre de 2018, fue entonces que encontró el amor en un prisionero, de quien no se reveló nombre, pues este necesitaba tratamiento médico. Sin embargo, tras el creciente mal comportamiento del preso, fue trasladado a otra cárcel en Manchester, Inglaterra, en mayo de 2021.
Un mes después, el interno le pidió ayuda a su mamá y a un amigo para que investigaran a la enfermera que le robó el corazón. Fue así que a través de Instagram, ambos mantuvieron contacto, para después intercambiar números de teléfono, comenzando una inadecuada relación de casi dos meses.
Como algunas de las llamadas se hicieron a través de los teléfonos de la prisión, la evidencia principal fueron las grabaciones de estas conversaciones que, según Matthew Cobb, abogado penalista, fueron realizadas con una intención romántica y de evidente coqueteo.
Él dice que la ama y ella responde que lo ama también. Aunque en las conversaciones la acusada le pide al interno que deje de contactarla, las llamadas continúan sucediendo.
Por su parte, Adam Sharp, defensor de Elyse, señaló que esta tenía 23 años cuando el desafortunado encuentro ocurrió, por lo que era “joven, fácil de impresionar y relativamente inexperta”. Además, agregó que los encuentros ocurrieron a la distancia, pues la pareja ya no se encontraba en la misma cárcel, razón por la que el abogado solicitó que le suspendieran la sentencia.
La inapropiada conducta no ocurrió cara a cara, ni siquiera existía la proximidad física entre ambos.
Sin embargo, a la jueza Tracey Lloyd-Clarke la forma de actuar de Hibbs no le pareció justificable, por lo que no se tocó el corazón para mandarla a la cárcel por seis meses. Básicamente, dijo que sin importar la edad de la acusada, ella era consciente de que estaba haciendo mal y que a pesar de su remordimiento no hizo lo correcto.
Te involucraste en una relación inapropiada, fallaste en reportar el contacto que mantenían y, finalmente, fallaste en reportar que el recluso tenía un artefacto ilegal dentro de prisión. Aunque eras joven, estabas en una posición de responsabilidad como enfermera y como miembro de los trabajadores de la cárcel.