Todas las mujeres soñamos con encontrar a nuestra media naranja; a ese hombre que se convierta en nuestro compañero de vida para siempre; a aquella persona que aún con sus defectos siga siendo ‘perfecto’ para nosotras. Al amor verdadero; al que se quedará para siempre. Y esto es para él:
Tal vez aún no te conozca, o quizá sí. Tal vez estemos respirando el mismo aire en esta pequeña y tranquila ciudad, o tal vez te encuentres al otro lado del mundo, contemplando las estrellas mientras yo camino bajo el sol. Tal vez te encuentre mañana, o en una semana, en un mes, o tal vez en años; pero no importa, porque hoy estoy un día más cerca de ti.
A decir verdad, no tengo prisa. Probablemente ni siquiera estoy lista. Todavía estoy en ese proceso de ser una mejor persona y dar lo mejor de mí. Aún me estoy conociendo, estoy descubriendo qué es lo que espero de alguien y qué quiero para mi futuro. Si te conozco ahorita, seguramente no serías mi prioridad y las cosas no funcionarían. Todavía necesito tiempo para terminar mi carrera, disfrutar de mi trabajo. Aún no tengo tiempo para cocinarte cuando llegues cansado del trabajo y sólo quieras algo rico en la mesa.
Pero me estoy preparando para convertirme en una mujer independiente con la que vale la pena estar.
Debes saber desde ahora que tengo defectos y no estoy segura si estés dispuesto a amarlos, pero espero que lo hagas. Mi cabello no se acomoda la mayor parte del tiempo, siempre es un desorden por más que lo peine. Mis manos no son las más bonitas que sostendrás, y aunque me gusta tener las uñas lindas, tengo la manía de morderlas cuando estoy nerviosa. Podrás notar que mi nariz se arruga cuando me río y, por cierto, que mi risa es un poco ruidosa. Tampoco soy la mujer más atractiva cuando estoy dormida, ¿pero, sabes qué? Tal vez esas imperfecciones te hagan amarme aún más.
También quiero que sepas que mi corazón no está intacto, ha sufrido arañazos. Un par de veces ha sido dañado. Me han engañado y eso me ha hecho desconfiar de la gente. He luchado batallas que termino perdiendo. Soy una chica difícil. Las situaciones me han hecho dura y al principio será complicado. No tienes idea de todo lo que he sufrido antes de encontrarte, pero he estado esperando para que llegues y me abraces, y poco a poco todas las heridas comiencen a sanar.
Finalmente, quiero que seas consciente de que no soy una chica fácil de amar. Habrá momentos en los que me enfadaré hasta por la cosa más pequeña. Siempre te pediré que me digas lo mucho que me quieres, en verdad me gustaría escucharlo antes de cerrar los ojos al dormir y cada día al despertar. Quiero que sepas que durante los días difíciles, cuando quiera abandonarlo todo, lo único que necesitaré es que me tomes entre tus brazos y me recuerdes lo importante que soy para ti.
Prometo prepárarte el café por las mañanas; estaré ahí esperándote al final de un largo día. Serás mi superhéroe. Te daré todo el amor que te mereces y te prometo que ningún día sentirás que estás en el lugar equivocado.