Muchas veces, la frase “hasta que la muerte nos separe” no aplica para algunas parejas por diferentes motivos: infidelidad, falta de compatibilidad o querer seguir caminos diferentes luego de años en los que la rutina termina predominando en casa, por lo cual deciden separarse.
Tal es el caso de una pareja en Argentina, pero ¿qué tiene esto de relevante? Hay un trasfondo: la Corte de aquel país determinó que el hombre deberá pagarle a su exmujer la cantidad de 180 mil dólares por el divorcio, cerca de ocho millones de pesos argentinos. Esto se debe a que mientras duró su relación acordaron que él saldría a la calle a buscar el sustento de su hogar, mientras que ella tendría que dedicarse a las tareas del hogar y a su familia, provocando que dejara la universidad y su carrera de licenciada en Economía.
Con la separación ella está pasando por una crisis financiera, algo que dio como resultado que las autoridades argentinas decidieran el monto de compensación con respaldo en el Código Civil y Comercial en su artículo 441, en el que se contempla:
Tiene derecho a una compensación el cónyuge a quien el divorcio produce un desequilibrio manifiesto que signifique un empeoramiento de su situación y que tiene como causa adecuada el vínculo matrimonial y su ruptura.
La jueza del Juzgado Civil 92, María Victoria Famá, expresó que la dependencia económica de las mujeres hacia sus maridos es uno de los principales detonantes de la subordinación. Es importante señalar que la pareja tenía 27 años de matrimonio y que el hombre fue el que decidió dejar a su mujer, con 60 años de edad, panorama poco alentador para ella en el ámbito laboral.
El matrimonio terminó en el año 2011 ante la ley, aunque es apenas hasta ahora cuando concluyó el juicio para la compensación económica.