Para la sociedad es difícil comprender que hoy en día más parejas jóvenes deciden casarse. Siempre se hacen la misma pregunta: ¿Por qué no viajan y viven distintas experiencias antes de hacer un compromiso tan grande?
El matrimonio es un reto, y casarse a una edad temprana lo es aún más, pero también te prepara para enfrentar diversos obstáculos. Cuando se es joven no todo se trata de coas románticas o malas decisiones. Hay mucho más que pueden compartir en la vida.
1. Crecen juntos
Cuando te casas joven, tienes interminables momentos en los que ambos están en un constante cambio, tanto físico como mental. Recorrerán un largo camino, como madurar, terminar sus estudios, comprar muebles para su hogar (y conseguir uno), los distintos trabajos y un sin fin de logros. Como dije, es un camino largo, pero es lindo tener a alguien como testigo durante ese proceso.
2. Hay menos equipaje
Los dos tiene un pasado separados, pero no demasiadas relaciones importantes previas. El matrimonio será su primera relación adulta, así que juntos escribirán su propia historia de amor. La intimidad, su hogar, las mascotas y las aventuras las compartirán juntos, y el equipaje más grande siempre será de dos.
3. Es fácil combinar sus vidas
En muchos sentidos, es bastante fácil unir sus vidas. No tienen tantos hábitos y patrones establecidos de vida adulta que cambiar. En lugar de eso, desarrollan un sistema y un ritmo a medida que avanzan, y hay menos complicaciones. La construcción de una vida juntos partirá de una sola base, y no deberán encontrar la manera de fusionar dos estructuras separadas.
4. Aprenden las lecciones duras más temprano que tarde
Casarte a una edad temprana te ayuda a desechar la idea del “vivieron felices por siempre” mucho antes de que el resentimiento o la amargura lleguen a tu corazón.
El matrimonio ofrece lecciones del mundo real sobre aspectos como el sacrificio, el compromiso, el compañerismo y el amor incondicional. Es difícil cambiar y crecer junto a otra persona, no importa la edad que tengas, pero entre más jóvenes, el esfuerzo y la lucha les enseñará que se pueden hacer mejores versiones de sí mismos.
5. No desperdician el dinero (porque básicamente no tienen ninguno)
Tu boda probablemente será muy sencilla, y eso es perfectamente aceptable y entendido por todos. Al pasar los días se darán cuenta de que tienen que ser organizados y cuidadosos con su dinero.
6. Tienen expectativas bajas
Si te casas cuando eres joven, no esperas durante una década “al indicado”, o un momento mágico para que tus estrellas estén alineadas. Piensas que tu pareja es lo que quieres, tal como es en ese momento. La vida es lo que es. No hay historias de decepciones. En lugar de eso, pueden elegir vivir y permanecer enamorados.
7. Compartirán cada decepción y cada logro
Pasaran por un sin fin de apartamentos al borde del colapso y cuentas bancarias vacías antes de tener una vida cómoda. Todo lo que logren –por separado o en conjunto– será motivo de celebración para ambos.
8. Tendrán recuerdos locos y divertidos
Algo que podrás agradecer es que tu marido tendrá muchos recuerdos tuyos de cuando eras joven; de ese romance que vivieron lleno de momentos apasionados. Es emocionante que te haya visto crecer y que experimentaran tantos cambios, siempre juntos.
9. Permanecen felices
De acuerdo con un estudio de 2013 del National Marriage Project, las parejas más satisfechas son las que tienen entre 20 y 28 años. De hecho, los que reportaron su matrimonio como “muy feliz” eran en gran parte los de 24 a 26 años de edad. Otro estudio mostró que los casados entre los 22 y 25 años tiene mayores probabilidades de lograr un matrimonio duradero.
10. Tienes todo el tiempo del mundo
Incluso si el matrimonio se derrumbara y ambos decidieran tomar direcciones opuestas, todavía tendrán mucho tiempo en sus vidas para tener otra oportunidad. Habrán aprendido lecciones importantes sobre el matrimonio y madurado en los aspectos que necesitaban madurar. Por otro lado, ese matrimonio joven (olvidándonos del peor escenario) puede darte mucho más tiempo con la persona que quisieras a tu lado en todas las etapas de tu vida y que puede amarte distinto en cada una de ellas. Esa persona que es la única que ha estado ahí en cada logro y superado contigo los momento difíciles. Que conoce cada versión de ti.