Si tuviera que explicarte lo que es el amor, probablemente te diría que es un sentimiento que surge cuando estás al lado de una persona que te importa; pero es más que eso, es una actitud, es un conjunto de acciones que van demostrando poco a poco lo que una persona siente por otra.
Es el respeto, la confianza, el tiempo que inviertes en alguien; los momentos invaluables que disfrutas con quien has elegido compartir tu vida; es dedicación y esfuerzo, el amor no se explica, se vive… Se siente.
Algunas veces me haces dudar de esto que tenemos tú y yo. No sé si es amor, porque aunque quieres estar conmigo, reír, divertirte, pareces distante, no tienes ganas de verme o te esfumas sin dejar rastro, para regresar y pedirme otra oportunidad. Y yo ingenuamente te la doy.
A veces dudo de si te amo en realidad o es un capricho el intentar convencerte de que nos necesitamos y debemos estar juntos y sobrepasar el límite de la dignidad para complacer a una persona que no tiene intenciones de cambiar. Sé que es una ilusión y que probablemente todo termine mal, pero aquí sigo insistiendo, porque tengo la vaga esperanza de que un día descubras que no puedes vivir sin mí.
En diferentes oportunidades me has demostrado que no soy necesaria, pero regresas a mi lado y no sé si es por que me quieres o por comodidad; y yo sigo aquí, sin decidir si es momento de volar y buscar otros brazos o seguir luchando, porque entiendo que no soy tu prioridad y dudo que en algún momento llegue a serlo.
Es triste pensar que has desperdiciado tanto tiempo construyendo castillos de arena, teniendo la certeza de que no eres tan importante para alguien como desearías, pero te he idealizado tanto que sigo aquí, sin ganas de marcharme.
Muchas personas me han pedido que me aleje de ti, que siga mi camino, que busque a alguien más; tal vez ha llegado el momento de hacerlo, porque no me queda más tiempo que perder. Antes de hacerlo, quisiera preguntarte si eso es lo que tú deseas.
En la vida hay que tomar decisiones y en este momento te suplico que tomes una: si me pides que me marche, lo haré con la cabeza en alto y con el conocimiento de que hice hasta lo imposible por hacerte feliz. Si me pides que me quede, lo haré de corazón, pero te exijo que cambies, que te esfuerces en merecer este amor que te ofrezco a cambio, y te lo entrego sin restricciones.
Necesito un amor completo y no pedazos, merezco lo mejor y no simples sobras, así que te pido que si me vas a amar, lo hagas de tiempo completo y no por temporadas; te quedas o te vas, pero lo que decidas, que sea para siempre.