Aunque nos duela aceptarlo, la vida está hecha a base de decisiones que van marcando nuestro rumbo, y muchas veces esas decisiones cuestan demasiado, duelen y nos llenan de temor, pero son necesarias para poder seguir adelante. Por eso, y a pesar de que aún te sigo queriendo con toda mi alma, he decidido decirte adiós.
Me cuesta aceptar que todo lo que te di no fue suficiente para hacerte ver lo importante que eras para mí. Traté de estar a tu lado siempre, ser comprensiva y quererte como eras, a pesar de que muchas veces, no sé si a propósito, me hacías daño.
Tal vez no fue suficiente, o en realidad nunca iba a serlo, porque creo que yo no soy lo que tú buscabas o necesitas en tu vida. Me destroza pensar que a pesar de que un día me dijiste que me querías, nunca tuviste la intención de demostrarlo.
Nuestros caminos no van por la misma dirección, llegamos a un punto en el que se dividen, y no es posible aplazar por más tiempo nuestra despedida. Quiero creer que algún día seré un bonito recuerdo para ti y que a pesar de que nuestro amor no era, por un momento sentiste algo hermoso por mí.
Es extraño, cuando inicias una relación todo es hermoso, no quieres separarte de esa persona especial, piensas en ella todo el tiempo y esperas sus mensajes con desesperación. ¿En qué momento todo eso se convierte en una pesadilla?, ¿cuándo dejamos que todo muriera, si es que alguna vez existió?
Quiero que sepas que yo sí voy a pensar en ti, que quizá me tomé mucho tiempo verte como algo pasado, pero que en algún momento solo serás parte de mi ayer, porque aunque no sé si tú me amaste de verdad, puedo decirte que yo a ti sí, y te agradezco que me hayas enseñado que esa parte de mí vive y es hermosa, que soy capaz de amar a alguien. Espero de verdad que ese alguien me ame igual a mí.
Mucha suerte, espero que encuentres eso que estás buscando y que nunca te des cuenta de que has dejado ir a la persona que más te ha amado, pero en realidad debo agradecerte porque me estás enseñando a amarme a mí más y que esto es solo una muestra de ese cariño que dejé de lado por mucho tiempo, solo para hacerte feliz. Sigue tu destino que yo encontraré el mío. Adiós, para siempre, adiós.