El atractivo físico es un elemento subjetivo entre dos personas que se gustan, y está muy lejos de ser determinante para lograr un matrimonio perdurable.
Así lo demostró una serie de estudios realizados por las investigadoras de la Universidad de Harvard Christine Ma-Kellams, Margaret C. Wang y Hannah Cardiel, quienes analizaron los casos de 638 personas para determinar las repercusiones de la belleza física en las relaciones.
Las especialistas en psicología encontraron que aquellos considerados como más atractivos tenían matrimonios más cortos y una mayor probabilidad de divorciarse. Igualmente, se realizó la evaluación con celebridades y se obtuvieron los mismos hallazgos: los de mayores puntuaciones (mayor atractivo) eran quienes habían tenido matrimonios más cortos.
Otra prueba del equipo liderado por Christine Ma-Kellams consistió en medir el interés de las personas por cambiar de pareja. En este caso, los que se sentían mejor con respecto a su apariencia física y estaban insatisfechos con su relación actual, mostraron más interés en el objetivo.
En este punto, Ma-Kellams declaró que se demuestra así que el atractivo físico “predice la probabilidad de riesgo de una relación, en este caso, por el poco grado de satisfacción de uno de sus miembros”. Es decir, las personas consideradas más bellas podrían tener mayor facilidad para romper sus relaciones. “Creo que es porque tienen más opciones, más alternativas”, recalcó la psicóloga.
Así que aunque, como siempre se ha dicho, “la belleza es subjetiva”, es mejor que, además de cuidar el físico, la persona desarrolle otras habilidades si lo que quiere es un matrimonio longevo.