La tendencia a la baja en la tasa de matrimonios en Estados Unidos en los últimos años ha sido objeto de diversos estudios en búsqueda de una explicación. Mientras que en 1970 era del 76.50 por ciento por cada mil mujeres solteras, disminuyó casi un 60 por ciento para llegar al 31.9 por ciento en el 2014.
Recientemente, la Universidad de Cornell en Nueva York dio a conocer las conclusiones de una investigación propia en la cual, como principal hallazgo, se encontró que cada vez hay menos hombres económicamente atractivos elegibles para las mujeres solteras.
El esposo potencial
Según el estudio, el esposo potencial soñado por las mujeres encuestadas tiene un ingreso promedio aproximadamente 58 por ciento más alto del que tienen los hombres solteros reales disponibles actualmente.
Quieren casarse pero… no encuentran opciones
Según Daniel T. Lichter, autor principal de la investigación, las mujeres sí desean contraer matrimonio:
La mayoría de las mujeres estadounidenses esperan casarse, pero la escasez actual de hombres ‘casables’, con un trabajo estable y buenos ingresos, hace que esto sea cada vez más difícil, especialmente en la economía actual de trabajos inestables con bajos salarios.
Matrimonio basado, ¿en amor?
Aunque el matrimonio hoy en día aún se basa en el amor, es también -fundamentalmente- una transacción económica, dice Lichter, doctorado en la Universidad de Cornell.
Mujeres preparadas buscan a sus pares
Ellas preferirían a hombres con un 30 por ciento más de probabilidades de estar empleados y un 19 por ciento más de tener un título universitario que los hombres que hay en edad de matrimonio:
Muchos hombres jóvenes de hoy tienen poco que aportar a la negociación matrimonial, especialmente porque los niveles de educación de las mujeres jóvenes en promedio ahora superan a sus pretendientes masculinos.
Minorías raciales y étnicas, las más afectadas
Como suele suceder en la mayoría de los temas, las minorías raciales y étnicas, especialmente las mujeres negras, son las que más se ven afectadas por la ausencia de posibles parejas matrimoniales, al igual que mujeres solteras con muy bajo y, su contraparte, alto nivel socioeconómico.