Todas hemos sido esa chica que sufre, que piensa que las relaciones amorosas implican sacrificio y resignación, dejar de ser una misma, rendirse. Las nuevas generaciones, y las mujeres en general, debemos saber que el amor no es así.
La escritora Nikita Gill lo expresa en un texto que bien valdría tener presente cada vez que el amor empiece a consumirnos.
“No dejes que él te consuma, es eso lo que matará tu alma, destruirá el respeto que tienes por ti misma, lo que te robarán cuando no estés mirando. A veces el amor te ataca de la forma que menos te esperabas, y la persona que te dijo que el amor no destruye te mintió — el amor puede ser terriblemente destructivo, sólo si lo permites. Eres responsable de tu propia felicidad, y tu bienestar emocional depende de cómo reacciones ante una situación, cómo le respondes a él cuando te encuentras en una relación que no te hace feliz.
“Si no te llama, ve a dormir. Si no te escribe, aleja tu teléfono y ten un día fantástico de todos modos. Si se porta distante cuando está contigo y se niega a decirte lo que le pasa, aunque le preguntes varias veces, no lo esperes: ve a casa y haz algo que ames. Si trata de insinuar que no necesitas a tus amigos ahora que lo tienes a él, nunca dejes de pasar tiempo con ellos. Si trata de darte una lección al aplicarte la ley del hielo, ignóralo completamente. No dejes que te robe la atención que le ponías a las cosas en tu vida antes de él, ya sea familia, amigos o las cosas que amas.
“Mantén tus amistades. Tus amigos han estado ahí para ti durante muchas relaciones y estarán durante muchas más. Cambiarlos por un hombre, aun por el mejor de los hombres, es una mala idea. Y un buen hombre nunca te pedirá que dejes a tus amigos por él.
“Lo más importante: no dejes que te manipule emocionalmente de ninguna manera. Reconoce las señales. Alguien que te ama cometerá errores, pero te respetará. Alguien que te usa no te respeta y usará cualquier oportunidad para drenar tu felicidad y lo que necesitan de ti.
“Si juega con tus sentimientos constantemente, aléjate de él. Si se comporta como si tu cuerpo fuera de su propiedad cuando no estás lista, aléjate de él. Si dice cosas terribles e imperdonables y amenaza con dejarte después de cada discusión, aléjate de él. Si te prohíbe hacer cualquier cosa que ames, aléjate de él. Si se adjudica tus logros, aléjate de él. Si te ningunea y te falta al respeto por ser una chica y se niega a detenerse aunque le digas que te lastima, aléjate de él. Si trata de sugerir que él debería ser lo más importante en tu vida, aléjate de él.
“No puedo hacer más énfasis en esto: vive para ti misma primero. Él es un personaje secundario en la historia de tu vida. No dejes que te convierta en un personaje secundario en tu propio libro”.