No hay mucho qué decir sobre ello: ser la segunda opción de alguien implica que pones tus deseos y necesidades después de los de los demás. Puedes ser una persona increíble pero seguramente no lo sientes así. Eres la amiga a la que avisan al último después de que todas se ponen de acuerdo a dónde salir, o quien está sentada observando el teléfono, esperando una respuesta que quizá no llegue.
Cuando eres la segunda opción en tus relaciones constantemente sientes que estás en competencia, que tal vez tú tienes planes pero nadie tiene planes contigo y no porque no quieran salir contigo, sino porque agotarán primero todas las opciones antes de llamarte. Significa que la gente da por sentado que siempre estarás ahí, y que tendrás que batallar más por ser vista y reconocida que quienes son los ‘número uno’.
A pesar de nuestros esfuerzos, muchas veces actuamos únicamente con el corazón, y dejamos a un lado esa parte que nos permite estar alerta a las conductas y actos negativos, a los defectos, al sentimiento de que algo no está del todo bien, y cuando pasa el tiempo nos arrepentimos no escuchar nuestra voz interior.
Cuando nos enamoramos siempre tratamos de agradar a la otra persona, y en afán de conquistarle hacemos casi cualquier cosa por complacerla. Es completamente normal y es parte de la fase de enamoramiento, lo que no es normal es olvidarnos de nuestros deseos y dejarlos en un segundo plano por obtener algo que debe ser dado por voluntad propia.
Entenderlo no es un proceso sencillo y muchas veces tendrás que pasar por algunas situaciones difíciles antes de que te des cuenta de que quien te quiere, hará tiempo para ti y te valorará. Cuando permites que alguien te deje en segundo lugar también le permites que determine tu valor, y eso sólo puedes hacerlo tú.
Recuerda que aún cuando seas la segunda opción de alguien, siempre eres la primera para ti. Cambia el enfoque: no eres una opción, eres una elección. Sal de ese circulo porque aun cuando trates de convencerte de que todo está bien, no es así.
Si eres la segunda opción y lo permites, una parte de ti siempre estará ardiendo por dentro, pensando en quién será la primera.