El peor enemigo de una relación es la rutina. No hay peor cosa que hacer las cosas sólo por hacerlas, sin esa motivación que se sentía en los primeros meses. Pero aún más triste es sentir que tu pareja hace las cosas por obligación.
¿Alguna vez has sentido el vacío de un ‘te amo’ forzado? Si la respuesta es sí, entonces has conocido el dolor de sentirte sola estando al lado de la persona que más amas.
Porque a mí me gusta enredar mis brazos en su cuello, eso me hace sonreír. El sólo hecho de estar junto a él es suficiente para poner una sonrisa en mi rostro por el resto del día. Cuando lo miro lo hago de una forma diferente, de una manera que ni yo puedo explicar. Las personas me dicen que es amor.
Pero su mirada está tan perdida… No me abraza, no me besa como antes. Simplemente está ahí, dejándome que le ame, sin amarme…
¿Qué fue lo que sucedió? ¿En qué momento se hizo tan difícil para ti el decirme que me amas?
Con dificultad me abrazas. Tus besos se sienten tan vacíos, sin amor, sin sentido. Dime, ¿acaso la rutina te ha aburrido? Yo quiero amarte por siempre, sonreír a tu lado, hacerte sentir amado, demostrarte lo perdidamente enamorada que estoy de ti, pero tú… tú no puedes ni mirarme a los ojos.
Algo no está bien. No sé por qué ya no disfrutas los momentos que estamos juntos como antes lo hacías. Los pequeños detalles ya no tienen sentido para ti.
Toma, mi amor, ¡haz algo con él! No pierdas más el tiempo y disfrutemos de nuestra relación.
Estoy aquí para ti, para derrumbar tu indiferencia. Toma mi mano, sé sincero, dime qué pasa contigo, ¡cualquier cosa!, pero no dejes que tu indiferencia siga. Tu indiferencia me está matando. No puedo entenderla.
Da todo o no des nada. Estar por estar no es algo normal.
Tal vez pienses que siempre estaré aquí para ti. Tal vez te has acostumbrado tanto a mi presencia que no crees que algún día pueda irme. Tal vez crees que me tienes asegurada, que nunca tendré el valor de marcharme, pero no es así. Algún día me cansaré del frío de tus brazos, del vacío de tus labios, y me iré.
Entonces, ese día, el día en que no me veas a tu lado, me extrañaras tanto… Me amarás más de lo que creíste que eras capaz de amar, y ese día, mi amor, sentirás el dolor de haber perdido a quien le dijiste que era el amor de tu vida.